La crónica: El Oviedo firma las tablas en el intercambio de golpes ante el Racing

Si no puedes ganar, empata. A esa máxima se agarró el Real Oviedo en el día de hoy, que no fue capaz de superar a un buen Racing de Santander que llegó a ponerse por delante y a jugar en superioridad durante varios minutos. El partido tuvo de todo, pero reinó el caos y la ambición de ambos por ganar. Pudo llevárselo cualquiera, pero la falta de acierto en las áreas –y el alto nivel en las dos porterías– lo evitaron. Los azules, con 48 puntos, continuarán en la séptima plaza a expensas de lo que haga el Sporting a partir de las 21:00 horas. 

El cuadro azul salió muy fuerte al Tartiere, consciente de que tras el empate del Burgos una victoria les catapultaría hasta los puestos de playoff por primera vez en lo que va de temporada. La primera gran ocasión llegó en el primer minuto, con un fuerte disparo de Sebas Moyano que se le escapó de las manos a Ezkieta y a punto estuvo de irse al fondo de la red. Y poco después fue Luismi el que también la tuvo con un remate de cabeza que se fue a las manos del meta visitante. 

Los de Carrión habían salido a comerse el mundo, pero el Racing también demostró a las primeras de cambio su nivel, con un gran Arana que se encontró con una mejor respuesta de Leo Román bajo palos. Fue la primera de una larga tarde de trabajo para el balear. Todo pasaba por Íñigo Vicente, su brújula en el campo, que encontró las debilidades del Oviedo y volvió a dejar solo a Arana, que con mucho tiempo para pensar tampoco fue capaz de batir a Leo Román, que sacó a relucir su pie para enviar el balón a saque de esquina. Y poco después el Oviedo reclamó un penalti de Aldasoro sobre Luengo, que fue derribado dentro del área cuando el rival no disputaba el balón. Sin embargo, el colegiado dejó seguir y no fue advertido por el VAR. 

El encuentro comenzó a ser un ida y vuelta constante, aunque con la sensación de que era el equipo de José Alberto el que se encontraba más cómodo sobre el verde del Tartiere. Así llegaron más acciones de peligro. Sangalli probó fortuna con un centro-chut y Arana, otra vez él, consiguió desviarla pillando a contrapié a Leo Román. Y el meta volvió a asombrar a todos con una magnífica intervención que será, sin duda, una de las paradas del curso en la categoría. Era un duelo de porteros y Ezkieta volvió a participar para presentar su candidatura. Era el mundo al revés, un frenesí constante, y el ejemplo era que Bastón fue el encargado de colgar el centro y Sebas Moyano de rematarla, aunque se encontró con los reflejos del meta visitante para frustrar el intento. 

Respiraba el Oviedo porque el descanso estaba cerca, pero el colegiado dio un minuto de añadido y ahí llegaría el golpe del Racing. Todo empezó en un saque de puerta azul, pero un mal despeje de Calvo terminó en una recuperación cántabra. Arana encontró a Peque entre la defensa y este se fue de Leo Román con una buena finta que le permitió definir a portería vacía para poner el 0-1 en el último suspiro. 

Tras el paso por los vestuarios, Luis Carrión optó por continuar con los mismos futbolistas y se frenó ese ritmo frenético que se vivió durante los primeros 45 minutos. Sangalli estuvo a punto de anotar en propia y todo cambió en el 60’ cuando Oier Luengo se fue expulsado por una entrada a Arana en la que el central toca balón claramente. Ver para creer. 

Se ponía negro el encuentro para el Oviedo, pero el colegiado estaba más fuera del partido que los azules y volvió a tener la mano muy suelta para mostrar otra expulsión, en este caso para el exoviedista Marco Sangalli, que pisó por detrás a Moyano. Quedaban 20 minutos por delante en igualdad de condiciones nuevamente. Y en la siguiente acción Alemão, que había entrado hace poco, pinchó un gran pase de Colombatto dentro del área, se fue de Germán y definió bajo las piernas de Ezkieta. Obra maestra para poner las tablas y hacer creer al Carlos Tartiere nuevamente. 

Mejoró notablemente el equipo de Carrión y se fueron a por la victoria. Sebas Moyano probó fortuna y estuvo cerca de marcar desde fuera del área y durante varios minutos embotellaron al Racing en su propia área. poco a poco el Oviedo fue embotellando al Racing en su propia área. Sin embargo, los cántabros también intentaron amenazar al espacio y Andrés Martín puso en apuros a Leo Román en un par de intentos. El ida y vuelta era constante, cualquiera podía golpear, pero ninguno fue capaz de asestar el golpe definitivo. Al final reparto de puntos y un gran partido de fútbol el que se vivió en el Carlos Tartiere.