La Crónica: Carmo evita la debacle en Montilivi

El Real Oviedo afrontaba su visita a Montilivi en un contexto de máxima exigencia. El conjunto de Luis Carrión, penúltimo en la tabla, medía fuerzas ante un Girona colista en un choque que se presentaba como una oportunidad para escapar de la zona baja y ganar tranquilidad en la clasificación. La cita, correspondiente a la décima jornada de Primera división, llegaba marcada por la presión de los resultados y el valor doble de los puntos en juego.

Carrión sorprendió con un once formado por dos delanteros. Aarón Escandell defendía la portería; Nacho Vidal, Costas, Carmo y Javi López integraban la línea de cuatro en defensa; Colombatto y Dendoncker formaban el doble pivote, con Ovi Ejaria en la derecha e Ilyas Chaira en la izquierda; mientras que en punta se situaban Rondón y Fede Viñas, compartiendo ataque por primera vez desde el inicio.

El Oviedo salió con intensidad a Montilivi, decidido a imponer su plan desde el primer minuto. El conjunto de Luis Carrión presionó arriba y buscó presencia en campo rival, firmando un arranque enérgico y con personalidad. Los azules mostraron ambición y una buena actitud colectiva, obligando al Girona a replegarse en los primeros compases del encuentro.

Con el paso de los minutos, el conjunto local comenzó a tomar el control de la posesión. El Girona fue ganando metros y protagonismo, acumulando acercamientos sobre el área carbayona sin llegar a generar ocasiones claras. La primera gran oportunidad del partido llegó en el minuto 11, cuando Joel Roca se plantó solo ante Aarón Escandell, que respondió con una parada decisiva para mantener el empate.

A partir de ahí, el Oviedo logró estabilizar el encuentro y sacudirse el dominio. El equipo azul empezó a combinar con algo más de criterio y encontró su mejor oportunidad en el minuto 27, cuando Fede Viñas obligó a Gazzaniga a intervenir tras un remate de cabeza en un saque de esquina. El encuentro se abrió y pasó a un ida y vuelta en el que los de Carrión parecían sentirse cómodos.

El premio al esfuerzo llegó en el minuto 35, cuando el colegiado, a instancias del VAR, señaló penalti a favor de los visitantes tras un remate de Viñas interceptado con la mano por un defensor local. El delantero uruguayo asumió la responsabilidad y anotó el 0-1 con calma desde los once metros. Los últimos minutos antes del descanso fueron de acoso local, con el Girona volcado en busca del empate y el Oviedo resistiendo para marcharse al intermedio con ventaja en el marcador.

El segundo tiempo comenzó con el mismo ritmo alto que había dejado la primera mitad. Ninguno de los dos equipos realizó cambios de inicio y el Oviedo mantuvo su estructura y su intensidad. Sin embargo, pronto se vio obligado a mover el banquillo por las molestias de Ovi Ejaria, sustituido por Alberto Reina en el minuto 48. El conjunto azul siguió compitiendo con orden y encontró premio poco después, cuando en el minuto 57 un nuevo saque de esquina ejecutado por Colombatto fue cabeceado por Salomón Rondón al primer palo para firmar el 0-2.

El gol parecía encarrilar el encuentro, pero el Girona reaccionó de inmediato. En el minuto 61, el colegiado señaló penalti tras revisar, de nuevo en el VAR, una acción sobre Stuani, que el delantero uruguayo transformó con eficacia para devolver la emoción (1-2). El tanto reanimó a los locales y obligó al Oviedo a replegarse, mientras Carrión refrescaba al equipo con la entrada de Ilic y Sibo por Dendoncker y Viñas. El partido se volvió bronco, con interrupciones y un Girona espoleado por el público, mientras los azules intentaban resistir y buscar espacios al contragolpe.

El técnico azul movió de nuevo el banquillo en el minuto 74, dando entrada a Brekalo y Rahim por Javi López e Ilyas Chaira. Poco después, el conjunto local rozó el empate en una acción individual de Ounahi, cuyo disparo desvió Escandell a córner con una gran intervención. Pero el marroquí insistió y en el minuto 82 encontró el premio, firmando el 2-2 con un potente disparo ajustado al palo derecho ante el que nada pudo hacer el guardameta azul.

El tramo final fue eléctrico. En el minuto 89, un nuevo penalti transformado por Stuani culminó la remontada del Girona (3-2), dejando al Oviedo contra las cuerdas. Sin embargo, cuando todo parecía decidido, los de Carrión sacaron orgullo y fe para lograr el empate en el minuto 97. Una gran acción individual de Alberto Reina acabó con un centro que Nacho Vidal remató de primeras; Gazzaniga rechazó y Carmo, atento al rebote, empujó el balón a la red para establecer el definitivo 3-3. Un punto de carácter en un final de locura en Montilivi.