El Langreo no puede celebrar Santa Bárbara con victoria

Cayó el Langreo de forma cruel. En un día señalado por la emotividad de la fiesta, el carbón llegó en el añadido con un penalti visitante. Dos goles de un veterano del gol como es Charles Díaz dieron la victoria a un Pontevedra que vuelve a llevarse tres puntos de su visita a Asturias. 

El mejor visitante de la categoría rendía visita a Ganzábal y eso se notó en el inicio del partido. El Pontevedra salió a hacerse con el balón, aunque no trasladó peligro en los momentos iniciales. En el otro campo, el Langreo, bien plantado en defensa, no pasaba de su terreno de juego con el balón. Cuando salió, encontró premio. En la primera ocasión en la que los azulgranas superaron la línea divisoria, provocaron un córner que Cristian aprovecharía para poner el primero con la colaboración de la defensa gallega. 

El gol no amilanó al Pontevedra, que siguió con su plan de partido, conducido por la mano de uno de los jugadores con más calidad de la Segunda RFEF como es Yelko Pino. El vigués llevaba todo el peligro por la banda diestra, colaborando con Diego Seoane, lateral diestro gallego. Tras varios avisos serios por ese carril, el cántaro se rompió. Y lo fue a romper el de siempre. Charles Díaz remató de manera brillante con la cabeza un centro medido de Seoane para ponerlo en el interior de la red. 

Tras el descanso, salió a mandar el cuadro de Pasarón. Buscaba quitarse el agobio de encima el cuadro langreano, pero la presión de los de Ángel Rodríguez era intensa. Encontró el segundo el conjunto gallego, pero el linier salvó a los asturianos anulando el gol de Churre. En la recta final, se animó el partido y lo animó aun más el colegiado con la expulsión del propio central gallego. Con uno más, se vino arriba Ganzábal en la búsqueda de la victoria. La tuvo en sus botas con un buen disparo Nacho García, pero se lo negó Cacharrón. En la última del partido, Yelko bailó sobre la defensa y fue objetivo de penalti. Charles no perdonó, el Pontevedra festejó y el Langreo no pudo celebrar Santa Bárbara de la forma que merecería.