La crónica: El Real Oviedo se congela en Miranda

Con un minuto de silencio antes del inicio del encuentro, el Real Oviedo trató dedicarle una victoria en Anduva a Pelayo Novo y a los 200 espectadores que estuvieron presentes pese al reseñable frío. Sin embargo, los jugadores no fueron capaces de conseguirlo y prolongan la mala racha con una sola victoria de los últimos siete partidos. Y al margen de los resultados, la imagen del equipo es preocupante.

Los asturianos trataron de madurar el partido y el Club Deportivo Mirandés monopolizó el esférico desde el inicio del partidos. Los locales tuvieron varias para adelantar a los rojillos. En el minuto 9, Roberto López entraba solo en boca de gol y estuvo a punto de transformar el primero. Más tarde, Salinas probaba fortuna con un remate desde la frontal del área que se perdía por encima de la portería defendida por Braat.

Los de Cervera todavía no habían hecho de presencia en el área rival cuando Alfonso Herrero, exportero azul, metió la mano para rechazar contra el travesaño un cabezazo de Dani Calvo que se colaba. A partir de ahí, los carbayones cogieron algo de confianza y el duelo entró en una fase de disputa en la que apenas sucedió nada relevante hasta que se cumpliera el minuto 45.

Justo antes de llegar al tiempo de asueto, Raúl ponía el primero para los locales. Asistencia de Óscar Pinchi para el ariete que la controló en el borde del área, y tras un recorte se fue del marcaje de Rodri Tarín para, con un sutil disparo con la derecha, superar a Braat. Además, en esa jugada Rodrigo Tarín se retiró con una lesión que parece grave y fue sustituido por David Costas.

Además, Cervera también aprovechó el descanso para introducir a Masca y a Montoro por Manu Vallejo y Luismi respectivamente. Precisamente, el ariete que estuvo muy voluntarioso, tuvo la primera jugada de peligro del segundo tiempo. En cualquier caso, solo fue un espejismo. Los azules tenían poco más el balón y apenas había ideas. Mientras, en el 55, Gelabert que hizo un gran partido estuvo a punto de anotar el segundo. El lanzamiento pegó en el lateral de la red y parte de la afición cantó el gol como consecuencia del efecto óptico. 

Los minutos transcurrían y el Mirandés estaba muy cómodo. Daba la sensación de que solo en una individualidad se le podrían escapar los tres puntos. Fue en el 25 cuando Bretones puso un centro magnífico para Masca y el portugués no pudo conectar en boca de gol.  Mientras, Cervera trató de meter más mordiente con la entrada de Raúl Moro y Borja Sánchez. Con ambos, el equipo mejoró la imagen global, pero no fue lo suficiente para voltear el electrónico.

Ante la falta de ideas, y como cada vez quedaban menos minutos, el Real Oviedo asumía riesgos. Eso supuso que los rojillos tuvieron algunas jugadas para sentenciar el encuentro. Salinas apuró hasta la línea de fondo para meter el pase de la muerte a Pinchi que mandó el remate por encima del travesaño cuando tenía todo a favor para anotar el segundo. Además, los últimos instantes pusieron en evidencia las carencias enormes del juego y la falta de alternativas ofensivas. De momento, la mejor noticia es que los azules tienen 6 puntos más que la Ponferradina que es quien marca el descenso. Eso sí, con un partido más.