La Crónica: Baño de humildad y de fútbol en Granada

Se espera por la presencia del Sporting de Gijón en Granada todavía. El equipo asturiano fue vapuleado por los hombres de Aitor Karanka que evidenciaron estar varios escalones por encima del conjunto de Abelardo. Apisonó y tuvo piedad todavía de un Sporting que fue un juguete en manos de un equipo que pelea por objetivos distintos. No le dio a los rojiblancos que se fueron al descanso con malas sensaciones y las remató el Granada en la segunda parte. Nada que hacer.  

Volvió Abelardo al trivote con Pedro Díaz situado en la misma línea que Zarfino. Esa posición hizo que el Sporting comenzara fuerte en la presión. Sin embargo, el primer golpe fue feroz del Granada. Uzuni se cambió los papeles con Antonio Puertas y asistió al '10'. Quiso esperar Diego Sánchez el balón llovido en el área y, cuando se dio cuenta del peligro, el balón ya estaba dentro de la portería de un vendido Mariño. Muy atento estuvo el gallego para evitar el segundo tras una genialidad de Callejón y un remate fortuito de Quini que se envenenó. 

Tras unos minutos de intensidad nazarí, el Sporting dio un paso adelante. La presión era efectiva y el Granada fallaba. Eso lo aprovechó Djuka para tirar por primera vez. Su disparo, lejano, se marchó fuera. En el segundo aviso del Granada, segunda estacada. Otro centro buscando la marca del lateral y otro error del defensor. En este caso, Pol Valentín se durmió ante Uzuni que remató muy fácil para hacer el segundo gol. Otro descuido mayúsculo en defensa y la cosa se puso fea. 

No estaba el Sporting en ninguna de las líneas. En defensa, fallón. En el centro del campo, inexistente. En las bandas, nulos. Y arriba Djuka era una isla. Un equipo falto de ideas al que el Granada desarboló de una manera muy sencilla. No encontraba nada de claridad el equipo de Abelardo en la primera parte. Algún destello que otro al término de la primera parte pero nada más rascable antes del descanso. 

Metió un doble cambio Abelardo buscando parar la sangría y se encontró con una brecha mayor. Pasividad defensiva ante una jugada larga del Granada y Uzuni, con una preciosa tijera, ahondó en la debilidad de un Sporting que fue un juguete en manos de un equipo mayor. Y, si además, los fallos grotescos aparecen nada se puede hacer. Rivera fue nulo bajo una mínima presión nazarí y el Granada le birló la cartera para que Callejón marcara el sonrojante cuarto gol. 

Con todo ya perdido, Campuzano intentó aportar la honra rojiblanca. El catalán fue de los pocos que tiró de orgullo en unos 20 minutos que se hicieron eternos. Estiró todavía más el dolor el Granada con la manita. Bryan la lió y Perea solventó. Bamba hizo la vista gorda ante el ataque del Granada y cumplió con su nivel bajo en su estreno como titular. Nada que salvar de un Sporting a la deriva. No es un baño, es un tanque de realidad sobre la ilusión rojiblanca. Es lo que hay.