La crónica: El empuje del Real Oviedo encuentra su premio

El Real Oviedo tenía que ganar para que no aumentase la diferencia con la promoción. Desde el inicio puso la actitud, pero faltó la fluidez. Los carbayones, muy intensos, llegaban a zona de tres cuartos con comodidad, pero no había ocasiones. Una falta al borde del área que se estrelló en la barrera fue lo único reseñable de unos primeros 25 minutos sin ocasiones. 

Y justo, en ese momento, la peor noticia de la primera entrega. Hugo Rama se retiró lesionado tras la entrada de las asistencias. A partir de ahí y, hasta el descanso, poco que resaltar. Un contragolpe que inició Obeng y en el que Viti se precipitó al colgar el cuero fue el único momento de peligro. Minutos después, Viti insistía, pero una falta en ataque de Borja Bastón implicaba el fin del peligro. Justo antes de la conclusión de los primeros 45 minutos, los vascos daban el mayor susto a los oviedistas. Una internada por la banda derecha concluyó con una fácil atajada de Braat que no concedió rechace.

Los futbolistas se retiraban con empate sin que apenas hubiese sucedido nada en un primer tiempo con más intensidad que fútbol. Para la segunda mitad, el guion fue similar. Los asturianos buscaban abrir el marcador aprovechando la velocidad de Lucas por el costado derecho. Y justo por esa banda, llegaron los mejores momentos. En solo cinco minutos, cuatro saques de esquina. En uno de ellos, Montoro disparaba desde el vértice izquierdo del área grande y un zaguero la sacaba bajo palos.

En el minuto 62, un choque entre Viti y Duarte obligó a que el juego se detuviera unos minutos. En la reanudación, Lucas Ahijado perdía la posición y Salva Sevilla que estaba completamente solo fue estorbado con Luismi para que no hubiese que lamentar males mayores. Poco después, aparecía la polémica. Obeng se marchaba sin oposición tras un error en la salida de balón de los vascos. El colegiado interpretaba que Abqar no era el último. Sin embargo, el videoarbitraje corrigió esa decisión y el central fue expulsado.

Álvaro Cervera, consciente de que había que ir a por el partido, introdujo a Koba para encontrar ese último pase en los metros finales. Y, precisamente, eso fue lo que ocurrió. Koba colgaba un balón tras una falta y Rodri Tarín, con un cabezazo espectacular, adelantaba al Real Oviedo. Restaban once minutos, pero los carbayones querían que no se jugara más. Y en eso, son los mejores. Con paciencia para triangular y la energía suficiente para presionar, no llegó la reacción de un equipo que encajaba la quinta derrota en solo seis partidos. Solamente, un saque de esquina en el tiempo de prolongación provocaba unos segundos de silencio en un Carlos Tartiere que rugió con la victoria. Los carbayones duermen a cinco puntos del 'play off'.