La Crónica: El FVS se la juega a un Avilés superior

Impotencia. Es la sensación que se extrae de lo vivido esta tarde en el Román Suárez Puerta. El sistema de videoarbitraje, llamado a mejorar el fútbol, le hizo una buena juugarreta al Avilés. Con el partido en un puño, un gol del Celta Fortuna fue anulado por fuera de juego. Tanto que el asistente marcó con su bandera y varios asturianos se quedaron estáticos. El árbitro dio validez a la revisión a pesar de la indicación de su asistente, generando el gran incendio en Avilés. Se marchó muy de morros la afición con lo vivido tras un partido en el que el Avilés mereció mucho más ante el segundo clasificado. Pero mucho más. 

La tarde empezaba torcida. Primero, con las equipaciones. Tuvo que mudar su piel el Avilés por incompatibilidad con la camiseta del filial del Celta. Obligado a un tono más gris, llegó el segundo giro. Raúl Hernández se resentía de molestias en el calentamiento y dejaba su puesto en el once inicial a Quicala. El extremo puso el picante al inicio del partido con varias llegadas por banda que metieron el tembleque en el cuerpo a la zaga celeste, comandada por el asturiano Jaime Vázquez. El área visitante se convirtió en protagonista al reclamar con vehemencia una mano el Avilés. La pidió Dani Vidal, el FVS le negó la mayor y el árbitro comenzó a ganarse amigos. 

El Celta Fortuna, encaramado en la zona alta de la tabla gracias al talento joven que conforma su plantilla, demostró mucho en el Suárez Puerta. Las ganas y la calidad quedaron claras, exigiendo lo mejor de la experiencia de Babin y Borja Granero para evitar los peligros. En el otro área, un disparo lejano de Kevin Bautista se convertía en el primer aviso. Pasó unos minutos de letargo el Avilés antes de un nuevo arreón. Y vaya despertar... 

A través del balón parado sabe el Avilés que no va descalzo. A los mandos del centro, el ojo clínico de Cayarga. Para la prolongación, el oportunismo de Raúl Rubio. Para el remate, atento con la voracidad de un juvenil y con la experiencia del que lleva toda la vida con los tacos puestos, Jean-Sylvain. Babin apareció en el camino de una pelota huérfana para marcar a placer y adelantar a los de Dani Vidal. 

Pero los filiales tienen sus cosas. No estaba generando mayor peligro el Celta Fortuna hasta que una falta algo lejana se convirtió en veneno. Hugo González, llamado a la élite de Balaídos en un breve espacio de tiempo, la colocó en la escuadra de Álvaro Fernández con un obús. De lo mejor de la temporada. Una obra de arte para enfriar los ánimos avilesinos y envalentonar a los gallegos. Álvaro Marín tuvo el segundo en un mano a mano que sacó con clase Álvaro Fernández. El tanto rival sentó como un constipado. Sin fuerzas para más, aguantó el tipo el Avilés hasta llegar al descanso. 

Salió mejor el Celta Fortuna del paso por vestuarios, arrinconando a los asturianos contra la portería de Álvaro. Tenía las cosas muy claras el equipo de Fredi Álvarez, más nubladas el Avilés. Las arrancadas de Quicala eran el único motor del conjunto local. Un disparo del extremo, encajonado en el medio, fue el primer aviso de la reanudación. Se jugaba a poco de lo que quería el Avilés, que comenzó a entonarse a base de balón parado. De ahí nacería el remate de Álvaro Gete, que tocó el larguero por su parte superior tras una prolongación de Babin. Era el camino. 

Seguía y seguía generando el Avilés a través de la estrategia. Una falta lateral exigió una buena respuesta de Coke Carrillo. Lo justo para que el Suárez Puerta empezara a calentar una noche que se ponía fría. Otra ocasión de Kevin Bautista y la caldera al rojo vivo. "Avilés, alé, Avilés, alé, alé...", era la banda sonora de la segunda parte. Y ya avisaba Dani Vidal. Cuando el RSP aprieta, suena y mucho. Pudo estallar tras una gran jugada del equipo de Dani Vidal que Álvaro Santamaría finalizó con un disparo al medio. 

La recta final enloquecoó de tal manera que cada jugada era peligrosa para los dos equipos. La entrada de Guzmán Ortega como extremo le dio profundidad al extremo y el jugador cedido por la Cultural tuvo el segundo en un mano a mano que detuvo Coke. Con el partido en su ocaso, el Celta Fortuna consiguió ver puerta. Antes de que el balón entrara, el linier levantó el banderín. El FVS llamó a filas a Francisco Crespo y, tras la revisión, el enfado. Dio el gol el árbitro ante la enajenación local. La bandera estaba levantada, eso es innegable. La aplicación de la tecnología fue inexplicable. Así como el enfado del Suárez Puerta. Al Avilés le birlaron un punto en casa. Así, claro está, es mucho más complicado.