La Crónica: El líder sale vivo del Tartiere

El Real Oviedo recibía al líder con la firme intención de lograr los tres puntos y alejarse definitivamente de la zona baja. Por momentos, estuvo cerca, pero volvió a acusar los problemas que lleva arrastrando todo el curso. Cervera optó por una alineación continuista en la que la única novedad respecto al once de la semana pasada fue el regreso de Bretones y el equipo siguió con la línea de las últimas semanas. 

Saltó mejor el Eibar al encuentro, con el propósito de buscarle las cosquillas a los azules a través del juego directo a la espalda de la zaga y desde muy pronto lo consiguieron. En el 12’, Jon Bautista se aprovechó de un resbalón de Calvo y en el mano a mano tiró al muñeco. Era un aviso, pero el Eibar no suele desaprovechar muchas de esas, y así lo demostraría en la segunda mitad. 

Bretones era el que más sufría con la banda Tejero-Corpas muy activa en todo momento. El lateral colgó varios balones peligrosos al área, pero Calvo estuvo muy atento para despejarlos. Poco a poco el Oviedo fue sacudiéndose el dominio inicial armero y también disfruto de buenas ocasiones. Montoro fue el que tuvo la más clara, pero su disparo se fue al larguero. Lucas puso el centro, la zaga visitante la dejó muerta y el valenciano, en la frontal del área, envió un disparo potente que pegó en un defensa y acabó en el travesaño. 

Y cuando mejor estaban los azules, el Tartiere se quedó en silencio. Sobre el verde, Borja Bastón tendido en el césped, aquejándose de unas molestias que obligaron a sustituirle en el ecuador del primer tiempo, en detrimento de Sergi Enrich. Tras el breve parón, el equipo de Garitano siguió la misma hoja de ruta, y esta vez fue Stoichkov el que encontró espacios a la espalda. Al delantero, con todo a su favor para cruzar el balón y batir a Braat, se le hizo de noche, y Costas pudo llegar a tiempo para tapar el disparo y enviarla a saque de esquina. 

El Oviedo no era capaz de generar peligro en campo contrario y, sin ideas, no le quedaba otra que reiniciar la jugada, provocando cierto runrún en la grada del Carlos Tartiere. Durante los últimos instantes, Bautista nuevamente (muy participativo y ganando bastantes duelos aéreos), lo intentó desde fuera del área. Corpas también tuvo la suya, ganando una vez más la partida a Bretones y Borja por su banda, pero su disparo se fue al lateral de la red. Y así se llegó al descanso. 

Al comienzo de la segunda mitad el Eibar volvió a avisar, pero una vez más David Costas estuvo atento para despejar el esférico. Fue el Oviedo el que dio un paso adelante, con una marcha más durante los primeros minutos. Bretones lo intentó desde lejos, pero su remate se fue alto. Y cuando menos se lo esperaban, en el 56´ Tejero colgó un balón al área que Luismi no consiguió despegar y se la dejó en bandeja a Rahmani. El extremo francés no perdonó y batió a su compatriota para poner el 0-1 en el marcador. 

Sin tiempo casi para asimilarlo, el Oviedo demostró su reacción. Borja Sánchez colgó un balón al segundo palo y Sergi Enrich cabeceó a la perfección para cruzar el balón y batir a Zidane. En apenas tres minutos el conjunto de Cervera había vuelto a poner las tablas en el partido y empezó a creerse la remontada. El partido entró en una fase de mucho ritmo por parte de los dos equipos y sin ocasiones, aunque al conjunto armero no le hacía falta merodear mucho el área para generar ocasiones. Stoichkov partió desde la banda y su disparo se fue lamiendo el palo largo de la meta de Braat. Era el minuto 67, y esa fue la última ocasión de los armeros. 

Cervera le dio la alternativa a Camarasa y Koba y los azules comenzaron a combinar mejor por dentro, aunque el verdadero peligro llegó a través de la estrategia. En los últimos minutos el Oviedo tuvo infinidad de ocasiones para adelantarse: Camarasa, con todo a su favor en el segundo palo, no logró empujarla con la suficiente fuerza para que sobrepasase a Zidane. Moro también tuvo la suya, pero su remate se fue alto. Y en el 94´, con todo a su favor, el extremo volvió a pecar de inexperiencia en ese tipo de acciones y no consiguió acabar la jugada. Al final, un punto para cada uno, pero que es amargo para el Oviedo.