La Crónica: El mejor Sporting como visitante aprende a ganar lejos

Pedía Ramírez un paso adelante lejos de El Molinón. Y el Sporting de Gijón cumplió con su entrenador. Victoria coral de los rojiblancos ante el Huesca tras completar un partido que rozó la matrícula de honor en los primeros 70 minutos y que obligó a remangarse para amarrar los tres puntos. Un gol de Nacho Méndez puso el broche merecido a un gran partido de los asturianos que aprenden a sumar de tres lejos de Gijón. Y a dormir en puestos de playoffs. Dulces sueños. 

Con cinco novedades con respecto a la última visita, el Sporting salía dispuesto a encontrarse con su primer triunfo lejos del Principado. Una propuesta valiente, desnudando el centro del campo y posicionando a Roque Mesa como ancla. Eso generaba un cuerpo a cuerpo entre los centrales rojiblancos y la física delantera oscense. Esa pugna le dio a Hugo Vallejo la primera del partido, con un disparo que se marchó alto desde la banda zurda. En el otro área, Pascanu tenía el primer disparo a puerta con un cabezazo centrado que quedó en intento inocente. Pero el inicio no era malo. Al menos, animado. 

El Sporting adelantó líneas para empezar a incomodar al equipo de Ziganda. Desde la esquina, llegó la primera clara. Gaspar la puso en segunda jugada al interior del área. Movimiento inteligente de delantero por parte de Campuzano para rematar de espaldas con un cabezazo que obligó a hacerse largo a Álvaro Fernández para evitar con una gran parada el primer gol como visitante del Sporting. 

La mejor versión del Sporting como visitante afloraba en El Alcoraz. Con momentos de gran juego con el balón en los pies ante un Huesca que aguantaba el sobe rojiblanco. Roque Mesa, Nacho Méndez, Gaspar y Campuzano combinaban con brío y no eran capaces de parar el buen juego del equipo de Ramírez. A pesar de los buenos momentos con el balón, la siguiente llegó desde el balón parado. Una jugada desde la esquina terminó en otro centro al área que Insua remachó sin oposición contra el cuerpo del meta aragonés. 

No materializó el Sporting los buenos minutos. Dispuso de una llegada Nacho Méndez que se entretuvo en el interior del área. A la contra, el Huesca aprovechó el dos contra dos para que Kanté abriera las carnes de los sportinguistas. Adelantado estaba. Nada. Una buena carta de presentación de un Sporting pintón que no manchaba el lienzo de la portería del Huesca en la primera parte.

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Se mantuvo la idea inicial del Sporting tras el paso por vestuarios. Pisando mucho área, con llegadas por medio de Juan Otero, que no estaba atinado de cara a gol. La fortuna que le faltaba al colombiano la tuvo Nacho Méndez. El de Luanco recibió rápido en el interior del área. Su objetivo era la escuadra derecha. Un desvío en un rival la ubicó en la escuadra izquierda. Escuadra al fin y al cabo. Primera celebración del Sporting lejos de El Molinón y caras de respiro entre los desplazados a Huesca. 

El gol no cambió el signo del partido. El equipo de Ramírez seguía percutiendo el área del Huesca. Y Gaspar Campos dispuso de la mejor. Contra de libro. De enciclopedia guiada por Hassan. Desde su casa empezó a correr y no se paró hasta darle la gloria a Gaspar. El canterano, solo, sin oposición a puerta vacía, la mandó fuera. De las que no se fallan. De las que duelen fallar. Un error que seguía rondando la cabeza de Gaspar cuando en el otro área Yáñez volaba por el aire. El catalán medía mal, tal vez desequilibrado, y dejaba el balón muerto en botas de Obeng. El ghanés embocaba a una portería sin portero. No sin ocupantes. La cabeza salvadora de Insua libraba el empate. 

El partido se encaminó a su recta final con Djuka y Pablo García llamados a filas. En la recta final de partido, el Sporting comenzó a regalar faltas. Y el Huesca quería aprovecharlas. Óscar Sielva tuvo un balón parado que teledirigió a la escuadra. Por el medio, un volador Yáñez dispuesto a enmendar su error anterior.