La Crónica: El Oviedo malgasta una buena bala

Cumplió el Oviedo con la tónica general de la parte alta de la Segunda división. Los azules no pudieron hacer los deberes al completo y se marcharon con un punto de la visita del b al Carlos Tartiere. El equipo de Oltra se aferró en busca del empate ante un conjunto carbayón que inquietó poco a Dani Martín. Más trabajo en la primera parte que en la segunda para el meta asturiano que vio como, a pesar de volcarse, el Oviedo no encontró el premio. No faltó la polémica, con un penalti que el VAR anuló por falta previa. Llueve sobre mojado y no es por decir. 

El partido empezó empapado. Una gran tromba de agua en la previa del choque anegó el verde del Carlos Tartiere, lo que obligó a trabajar sobremanera a los operarios. Un estado del municipal ovetense que hizo que el ritmo del partido no fuera el deseado. El balón corría de lo lindo y nadie parecía capaz de ponerle el cascabel al gato. Empezó a llevar el papel protagonista el Oviedo, dominante de la posesión y de las transiciones. Pronto encontró su filón. 

Varios saques de esquina consecutivos elevaron la temperatura. Primero fue Dani Calvo al que le cayó la pelota y la mandó alta. Iba ganando en claridad. A la segunda, Nacho Vidal conectó el centro y se encontró con la buena respuesta de Dani Martín. Mismo estorbo con el que se volvería a encontrar Dani Calvo en un disparo a bocajarro. La más clara para los azules en el comienzo llegando desde el banderín del córner. Por la banda derecha, el peligro también lo llevaba Nacho Vidal. Dolor de muelas para la defensa rival, un desborde del alicantino terminó en las botas de Paulino. El cántabro, alta. 

Fue a través del balón parado el mayor esbozo del peligro del Oviedo en la primera parte. En el otro área, el Eldense no inquietó a Escandell en una primera parte sin mayores sobresaltos. Con el agua que amainaba y daba la tregua justa para el bocata, todos a guardar a vestuarios. 

Arrancó timorata la segunda parte, con un Oviedo con ganas de mandar y un Eldense con pocas ganas de jugar. Empezó a relativizar el equipo de Oltra, manejando su botín y comenzando a desesperar al público del Carlos Tartiere. Agitaron el árbol ambos técnicos y estuvo cerca de salirle la apuesta a los visitantes. La primera de la segunda parte fue para Timor, recién ingresado. Su disparo se marchó arriba y Calleja los hizo volver. 

Regresaron al césped Hassan y Seoane para alegría del Tartiere. Las mismas que no llegaban desde el césped. El ritmo se enfrió, también las ocasiones. Empezó a producir menos el Oviedo y el Eldense aguantaba bien las acometidas azules. Quemó las naves Calleja con el regreso de Cazorla y la entrada de Rahim. Se envalentonó el Oviedo con las nuevas piezas y pronto llegó el rédito. Tuvo que tirar del plasma Arcediano Monescillo para desatar la cólera en el Tartiere. Recibió el chivatazo de una mano de Marc Mateu. En su camino al monitor, la moviola desveló una falta de Colombatto en la previa de las que dejan que hablar. Una más, el Oviedo ganó motivos para llamar a la puerta del CTA. 

Se volcó el Oviedo con todo lo que tenía para no dejar pasar la oportunidad. Tiró más de corazón que de cabeza el equipo de Calleja para repetir la heróica vivida ante el Castellón. No cuajó y el oviedismo se fue para casa con la sensación de una oportunidad fallida en un momento clave. Ante un Eldense en descenso, el Oviedo no hizo méritos para asaltar la zona alta.