La Crónica: El Oviedo mete la quinta en el Tartiere 

Regresaba el Real Oviedo al lugar donde siempre se lleva alegrías. Y se llevó una inmensa en una semana complicada. Los azules regresaron a la senda de la victoria a costa de un Burgos que por momentos plantó cara en el Tartiere. Pero el Tartiere es mucho Tartiere y el equipo de Calleja sumó la quinta victoria consecutiva en su feudo gracias a una remontada sellada con orgullo. Luengo, Paraschiv y Chaira fueron los motivos de sonrisa para una hinchada que vuelve a ver a los suyos en puestos de play off. 

Tras el fiasco copero, Javi Calleja presentó un once muy renovado ante un Burgos en el que debutó Ramis en el banquillo. El técnico visitante también presentó una alineación con muchas novedades y con la presencia de Borja Sánchez de inicio. Y ese ‘reset’ anímico que supone un cambio de míster se notó en los primeros minutos. Florian Miguel advirtió con un disparo alto y el propio Borja obligó a Escandell a intervenir con una buena estirada. Fueron un par de ocasiones que advirtieron de lo que venía. 

Y entre tanto, más desgracias para el Oviedo. Lemos, visiblemente dolorido por una entrada, tuvo que ser sustituido a los 13 minutos. La sorpresa fue su sustituto, pues Calleja optó por Jaime Vázquez y desplazar a Oier Luengo a la banda. Duro golpe para Lucas, que sigue sin estar al nivel de campañas pasadas. No terminaba de carburar el Oviedo y el Burgos seguía incomodando por la banda izquierda. Y tras superar el ecuador del primer tiempo, llegó el tanto en una jugada calcada a las que se estaban dando. Florian Miguel recibió en la banda izquierda sin oposición, se la cedió al espacio a Álex Sancris y Fer Niño hizo el resto. El ariete recibió en el área pequeña, se giró y fusiló a Escandell. 0-1 en el 25’. 

La respuesta del Oviedo fue de orgullo, pero faltaba fútbol para romper la buena defensa del Burgos y crear verdadero peligro. Lo intentaron los azules a base de centros y también con un disparo tímido de Hassan que se fue desviado, pero fue el balón parado el que, por suerte, desniveló el partido. Desde el lateral, Cazorla la colgó al corazón del área, Calvo la disputó y el balón acabó en los pies de Luengo, que disparó a quemarropa para superar a Cantero y poner el empate justo antes del descanso. La mejor de las noticias para un Oviedo lejos de su mejor versión.

Tras la pausa para el bocadillo, el Oviedo se desperezó y le metió una marcha más al partido. Cazorla, Chaira y Hassan comenzaron a activarse y fue el propio extremo francés el que pudo anotar el tanto de la remontada con un cabezazo en el que Cantero sacó a relucir sus reflejos para evitarlo. Y poco después, el Tartiere se desesperó con Alemão, que en un dos para uno decidió ir él solo contra el mundo ante la incredulidad de Hassan a su lado, completamente solo. Antes de la hora de juego, se fue Borja Sánchez con una bonita ovación de todo el estadio. 

Seguía Hassan ‘on fire’ y Alemão, en su último servició antes de ser sustituido, trató de replicar su gol ante el Almería de espuela, aunque sin acierto. Paraschiv y Sibo entraron al campo para refrescar piernas y seguir en busca del segundo. Insistió el Oviedo y consiguió el premio en el 72. Cazorla, quién si no, la colgó al corazón del área y Paraschiv remató picado para superar a Ander Cantero y confirmar la remontada en el Tartiere. 

El Burgos fue con todo a por el empate con cambios muy ofensivos. Fer Niño estuvo cerca de empujarla con la puntera en un saque de esquina y después Calvo estuvo providencial para evitar que Espiau la empujase a placer en el segundo palo. Supo gestionar los minutos finales el Oviedo e incluso pudo acabar con cierta calma. En el 89’, Moyano dejó atras su error en Copa para marcharse de su par por la banda y regalarle el tanto a Chaira, que no perdonó en el segundo palo. 3-1 y quinta victoria consecutiva en el Tartiere para los de Calleja. Un final dulce a una semana complicada.