La crónica: El Oviedo no consigue reinar en la locura de La Romareda 

Quería dar un golpe encima de la mesa el Real Oviedo en tierras revueltas pero no lo consiguió. Aún así, el conjunto de Luis Carrión sumó un meritorio punto ante el Real Zaragoza (0-0) en un encuentro vibrante con grandes ocasiones para ambos equipos, aunque en el cómputo global fueron los maños los que disfrutaron de mejores oportunidades. 

Con Cazorla y 10 más. Así saltó al campo el Real Oviedo de Luis Carrión en La Romareda. El técnico catalán apostó por el mismo once que le dio resultado la semana pasada ante el Alcorcón ante un rival que llegaba en horas bajas tras no salirle las cosas estas últimas jornadas. 

Sonó el silbato del colegiado Moreno Aragón y el balón comenzó a rodar sobre el césped de La Romareda. Y pronto llegó el primer aviso, que fue para el conjunto local. El Zaragoza robó en campo contrario y Borge le puso un balón en bandeja a Mollejo –uno de los mejores rematadores de la categoría–, aunque su disparo fue a las manos de Leo Román, que tuvo una noche más ajetreada que de costumbre. 

El cuadro maño marcaba el ritmo del partido y pronto vio la cartulina amarilla David Costas en una acción muy rigurosa. El central gallego sufría, fiel reflejo de lo que le ocurría a su equipo, que minutos después se salvó del 1-0. Tras una falta lateral, Azón le sirvió en bandeja el esférico a Alejandro Francés, que desde el área pequeña y en boca de gol envió el balón por encima de la meta azul. 

Se había salvado el Oviedo, que seguía empeñado en regalarle balones constantemente a los de Fran Escribá. La pelota no les duraba nada a los carbayones y ninguno de los “Santis” entraba en juego. Y mientras, los locales colgaban constantemente balones al área a través del lateral Lecoeuche, que estuvo muy activo en el primer acto. 

Y, sin embargo, la ocasión más clara fue para el Oviedo de Carrión. Sebas Moyano se aprovechó de un error del meta Rebollo, que controló mal y el cordobés fue capaz de birlarle la pelota. Y con todo a su favor, aunque algo escorado, el ‘17’ azul cruzó el balón y su remate pegó en la madera. El rechace le cayó a Bastón, que a contrapié no pudo rematar bien para adelantar a los suyos. Esa acción le dio alas al Oviedo, que tuvo un tramo en el que fue superior al conjunto maño, sobre todo a través de un Sebas Moyano que estuvo muy participativo por la zona central. Y con esa máxima igualdad se llegó al descanso. 

Tras el paso por los vestuarios Luis Carrión dio entrada a Lucas por Luengo y, de esta forma, se confirmaba el regreso del canterano tras más de dos meses en el dique seco. El Zaragoza volvió a empezar mejor la segunda parte y nuevamente tuvo otra gran ocasión a través del balón parado. Mollejo remató de volea, su disparo se fue fuera, pero los maños siguieron amenazando. 

El cuadro maño salió muy bien, pero tras los primeros 10’ de acoso y derribo, el Oviedo fue capaz de igualar la balanza y disfrutó de buenas acciones para poner el 0-1 en el marcador, pero ni Moyano ni Seoane estuvieron acertados. Tras superar la hora de partido, Carrión dio entrada a Camarasa y a Alemao en busca de más pólvora en ataque. 

Fran Escribá hizo lo propio y saltaron al terreno de juego dos exoviedistas como Manu Vallejo y Sergi Enrich. Y pronto tuvo la suya el extremo gaditano tuvo la suya. En una baldosa se fue de Lucas y Camarasa y su disparo potente al palo corto encontró la respuesta de Leo Román, que estuvo muy acertado para mandarla a saque de esquina. 

Sufría el Oviedo en La Romareda en esa recta final. Enrich también quiso su gol y solo Leo Román pudo evitarlo. El balear disparo fuerte desde el área pequeña y el meta azul consiguió despejarlo en primera instancia y Dani Calvo después desde la línea de gol. Estaban respondones los de Carrión, que encontraron en Paulino el socio perfecto para desequilibrar la defensa rival. El cántabro caracoleó en la frontal del área y obligó a intervenir a Rebollo, que mandó el balón a saque de esquina. 

Estaba el encuentro roto, con ataques constantes para dos equipos que tenían entre ceja y ceja llevarse la victoria. El Zaragoza consiguió ponerse por delante tras un gol de Iván Azón, pero tras revisión de VAR fue anulado por fuera de juego claro de Alejandro Francés. No ocurrió nada más en el tiempo de descuento y ambos equipos tuvieron que conformarse con un punto que sabe a poco, pero que se valorará más con el tiempo.