La Crónica: El Oviedo no resiste al intercambio de golpes con el Espanyol

El Carlos Tartiere volvió a vestirse de gala para acoger un partido especial. El Real Oviedo recibía al Espanyol en la novena jornada de Primera división, en el que fue el reestreno de Luis Carrión al frente del banquillo azul. El encuentro llegaba marcado por el recuerdo de aquella final del play-off de 2024 que enfrentó a ambos equipos y por el deseo de la afición oviedista de ver una reacción inmediata tras la derrota ante el Levante.

La primera mitad fue intensa, marcada por el ambiente y por los cambios de ritmo que dejó el juego. Antes del inicio, el regreso de Luis Carrión al banquillo azul estuvo acompañado de una pitada considerable, reflejo de la división en parte de la grada. Sin embargo, una vez comenzó el encuentro, el foco se trasladó al césped, donde el Oviedo trató de imponer su ritmo desde los primeros compases.

El conjunto azul arrancó con energía y verticalidad, buscando transiciones rápidas y presencia por bandas. Hassan e Ilyas generaron peligro constante, con centros laterales que llevaron inquietud al área perica. En el minuto nueve, Luka Ilic tuvo la ocasión más clara tras una gran maniobra de Chaira, pero su disparo fue bien resuelto por Dimitrovic. El Oviedo se mostró dominador durante buena parte del primer tramo, aunque con cierta precipitación en la salida de balón.

Con el paso de los minutos, la dinámica cambió. El Espanyol fue ganando terreno y encontró espacios entre líneas para poner a prueba a Aarón Escandell, que sostuvo al equipo con varias intervenciones de mérito. Primero ante Kike García y después frente a Pere Milla en un lanzamiento de falta, pero el guardameta respondió con seguridad para mantener el empate.

Los últimos minutos de la primera mitad tuvieron color visitante. El conjunto catalán manejó la posesión y cerró al Oviedo en su campo, pero el equipo de Carrión resistió con orden y trabajo defensivo. Con el Tartiere empujando, el 0-0 se mantuvo al descanso, dejando todo abierto para la segunda parte.

La segunda mitad comenzó con novedades en el Real Oviedo, que introdujo a Alberto Reina por Luka Ilic en busca de mayor control en el centro del campo. El cambio no pudo empezar mejor: apenas un minuto después, el andaluz estrelló un disparo raso en el palo derecho de la meta de Dimitrovic, en lo que fue el primer aviso serio de los de Carrión tras el descanso.

El Espanyol reaccionó pronto y obligó a Aarón Escandell a intervenir de nuevo tras un disparo lejano que el meta repelió con apuros. En el posterior rechace, Kike García arrolló al portero azul, que logró recuperarse después del golpe. El duelo entró entonces en una fase de ida y vuelta, con ritmo alto y llegadas en ambas áreas, aunque sin ocasiones claras hasta pasado el ecuador del segundo tiempo.

En el minuto 69, el conjunto catalán golpeó primero. Tras una jugada confusa en el área carbayona, con varios rechaces, Kike García aprovechó el último balón suelto para abrir el marcador. El tanto, revisado por posible fuera de juego, acabó siendo validado ante el silencio expectante del Tartiere. Con el Oviedo volcado en ataque, el Espanyol aprovechó los espacios y sentenció en el 81 con un remate de Pere Milla en el segundo palo.

Los últimos minutos fueron un quiero y no puedo del Oviedo, que pese a los cambios ofensivos y el empuje final no encontró el camino al gol. El equipo de Luis Carrión terminó superado por la eficacia del rival en las áreas y encajó una nueva derrota en su estreno en el Tartiere, en un partido en el que mostró voluntad, pero volvió a pagar caro cada error.