La crónica: El Oviedo rasca un punto sobre la bocina que sabe a poco

6 de 6. Ese era el objetivo de Luis Carrión para su Real Oviedo en esta semana. Y a las primeras de cambio ya se sabe que no será así. El conjunto azul no pudo volver a sumar de tres en el Carlos Tartiere ante el colista de Segunda División, el Cartagena, que llegaba en una situación crítica. El Efesé planteó un encuentro muy defensivo que tuvo recompensa en el minuto 2 y que consiguieron aguantar hasta el tiempo de descuento. Y entre medias, monólogo azul sin recompensa.

El técnico catalán no realizó muchos cambios en el once respecto al último encuentro. Lucas volvía a un once casi dos meses después y Paulino ocupaba el puesto de Viti, que por primera vez en la presente campaña vio el inicio de un partido desde el banquillo. 

Y lo que es el fútbol. El Oviedo se jugaba conseguir la mejor marca de imbatibilidad en su historia en liga, y en menos de dos minutos el colista de Segunda División puso fin a una racha que llevaba vigente desde el pasado 1 de octubre. El centrocampista Tomás Alarcón encontró espacio por la banda y colgó un buen balón al área que Iván Calero, hijo de Julián, empalmó de volea para anotar un golazo que silenció por completo al Carlos Tartiere (0-1). 

Muchos oviedistas ni siquiera estaban en su asiento y ya veían a su equipo por debajo en el marcador. El equipo visitante comenzó el encuentro con más energía y ese golpe a las primeras de cambio les otorgó una energía extra. El Efesé defendía con una marcada línea de cinco hombres atrás que dificultaba a los azules poder adentrarse al área. 

El Oviedo lo intentaba a base de centros laterales muy lejanos -y difíciles- que no encontraban rematador. Y con ese gran botín bajo la manga los visitantes jugaron su partido, con constantes interrupciones y alguna que otra entrada subida de tono. En la misma jugada los blanquinegros recibieron dos amarillas y Colombatto puso una gran falta lateral en la que Calvo estuvo cerca de poner la igualada, pero su remate se fue por encima de la meta de Marc Martínez. 

El conjunto azul fue mejorando poco a poco, ayudado por un Cartagena que cada vez se hundía más en su propia área, pero no eran capaces de superar esa maraña de futbolistas. Solo justo antes del descanso Sebas Moyano volvió a amenazar la meta rival con un disparo desde la frontal del área que se fue fuera por poco. 

El colegiado señaló el fin del primer tiempo con un balance estadístico que resumía a la perfección lo que estaba sucediendo en el Carlos Tartiere: 71% de posesión para los azules y 0 disparos entre los tres palos. Le salía el plan a la perfección a los de Julián Calero, pero aún quedaba mucha tela por cortar en el encuentro. 

Tras el descanso, el guion del encuentro no cambio en absoluto. El Oviedo instió hasta que tuvo su premio. Colombatto demostró su especialidad en el balón parado y Bastón la envió para dentro. Pero por desgracia para los intereses carbayones, el VAR anuló el tanto por fuera de juego del delantero madrileño. Vuelta a empezar para los de Carrión, en una prueba muy exigente de paciencia y perseverancia. 

Y ante esa situación el técnico catalán decidió darle un giro de tuerca importante al partido. Viti, Masca y Alemao entraron de una tacada en detrimento de Lucas, Bastón y Camarasa. Cambios ofensivos en busca de la remontada. Con el paso de los minutos el Oviedo se fue apagando y el Cartagena metió un futbolista más en tareas defensivas y se complicó aún más el asunto. Aún así los azules tiraron de orgullo en busca del empate y disfrutaron de buenas ocasiones. Siempre a través de la zurda de Colombatto, esta vez fue Alemao el que probó fortuna con un remate de cabeza que se fue por encima del larguero. 

Y cuando todo parecía visto para sentencia, Alemao avanzó hasta línea de fondo y Kiko Olivas le pisó. Tras revisión de VAR, el colegiado señaló penalti y Paulino se encargó de transformarlo para empatar el encuentro y dar esperanza a la parroquia azul. El Oviedo lo buscó en el descuento, pero no fue capaz de darle la vuelta al partido y tendrá que conformarse con un punto que sabe a poco.