La Crónica: El Oviedo se abona a la épica y recupera la ilusión

Mejor debut de Veljko Paunovic, imposible. Al menos en cuanto al resultado. El Real Oviedo regresó a la senda de la victoria en el primer día del técnico serbio en un encuentro trabado que se decidió en los últimos 15 minutos. Colombatto abrió la lata, Dioni congeló el Tartiere y en la última acción del choque, con todo el equipo volcado, un tanto en propia de Manu Molina hizo rugir los más de 20.000 oviedistas presentes. El Oviedo regresa al play off y se queda momentáneamente a cinco puntos del ascenso directo. 

En el día de su debut, Veljko Paunovic revolucionó el once dejando a Alemão en el banquillo y apostando por Oier Luengo, Sibo y Fede Viñas como novedades. Podía esperarse una entrada en ciclón del Oviedo, pero no ocurrió y fue el Málaga el que incomodó con varios centros que no fueron despejados de forma contundente por parte de los azules. Chaira y Hassan, con dos tímidos disparos, fueron los primeros en incomodar a los visitantes. 

A partir del ecuador del primer tiempo mejoró el Oviedo, cada vez más instalado en campo rival y guiado por un Cazorla que iba creciendo en el encuentro. También por un Hassan que era de lo poco destacable por parte del cuadro carbayón. Tampoco le preocupó en exceso a un Málaga que seguía muy cómodo en el partido y que cada vez que jugaba en largo ganaba las segundas jugadas. Al descanso, el plan le salía mejor a Pellicer. 

Pitó Huerta de Aza el inicio de la segunda parte y el Oviedo vivió sus peores minutos en el choque. Hasta dos grandes ocasiones tuvo el Málaga para ponerse por delante. Primero tras un saque de esquina al primer palo en el que Chupe, completamente solo, la envió alta y; después, con un remate de Antonio Cordero desde la frontal que se fue a las manos de Escandell. Se había salvado el Oviedo. 

La respuesta fue instantánea por parte del cuadro azul y Chaira disfrutó de la oportunidad más clara, pero su remate se estrelló en la madera para la desesperación del Tartiere. Esa acción hizo crecer al Oviedo, que encontró en Hassan su mejor socio para hacer daño. El partido se abrió, por momentos se convirtió en un correcalles y el francés ahí domina. Viñas filtró un buen envío al segundo palo y el extremo pecó de egoísta –tenía solo a Colombatto atrás– para tratar de marcar él mismo y su disparo se fue fuera por poco. En la siguiente acción, en otra galopada de Hassan, ni Viñas ni Cazorla encontraron portería. No se lo podía creer el Tartiere. 

Iba con todo a por la victoria el equipo local y Paunovic dio entrada de una tacada a Alemão, Paulino y Seoane en lugar de Viñas, Chaira y Cazorla. Y los cambios funcionaron rápidamente. Seoane fue el encargado de colgar una falta lateral que no logra despejar bien la zaga andaluza y Colombatto enganchó el balón muerto para fusilar a Alfonso Herrero y poner en ebullición al Carlos Tartiere. Pedía Paunovic más a balón parado y lo consiguió en su primer día en la oficina. 1-0.

Los últimos minutos fueron de infarto en el Tartiere y el triunfo se tambaleó por momentos. En el 85’, Kevin Medina se asoció con Dioni, que aplicó la ley del ex de forma brillante. El ariete, recién entrado al campo, se acomodó y colocó el balón directamente en la escuadra. Nada más que mirar pudo hacer Escandell. Jarro de agua fría para el Oviedo, que pese a todo luchó hasta el final. 

Los azules se volcaron al ataque, conscientes de que el empate no valía, y consiguieron el premio en el descuento. Con todo el Málaga encerrado, Vidal la colgó al segundo palo, Alemão la prolongó y ni Moyano, ni Paulino, Seoane ni compañía llegaron… pero sí lo hizo Manu Molina, que en su intentó de despeje se metió el balón en su propia portería. Estalló de júbilo el Tartiere y los tres puntos se quedaron en casa. El Oviedo se vuelve a abonar a la ilusión, regresa al play off y se coloca momentáneamente a cinco puntos del ascenso directo.