La crónica: El Oviedo se sobrepone a las bajas y pasa por encima del Espanyol

Era un día para sacar el coraje. La semana había sido complicada por las lesiones y llegaba al Carlos Tartiere uno de los ‘cocos’ de la categoría. Pero al Real Oviedo y a Luis Carrión le dio igual. El conjunto azul realizó uno de los mejores partidos de la temporada y neutralizó a todo un Espanyol (2-0) para conseguir tres puntos que le acercan al objetivo. Victoria de mucho prestigio de los carbayones, que dejaron a un lado las bajas para superar con holgura al conjunto catalán. 

Llegaba el Oviedo plagado de ausencias, con tan solo un extremo y dos centrales disponibles en el primer equipo, por lo que Luis Carrión tuvo que hacer modificaciones en el once inicial. El catalán apostó por Masca por la banda y Oier Luengo regresó a la titularidad debido a la ausencia de Dani Calvo por acumulación de amarillas.

El Oviedo comenzó el partido un poco más atrás de lo habitual, esperando en su campo y buscando hacerle daño a la contra al Espanyol. Y así llegaron las primeras acciones de peligro. En el 10’, un grave error en salida de balón del conjunto perico fue aprovechado por Moyano, que dejó en una buena posición a Borja Bastón. El ariete, de dulce tras estas últimas jornadas, metió el miedo en el cuerpo a los visitantes con un gran remate que se fue lamiendo el poste. 

Con el paso de los minutos los de Luis Miguel Ramis fueron mejorando en el encuentro, aunque sin poner en apuros a Leo Román. Solo una buena acción de Braithwaite obligó a intervenir al balear. Y mientras los jugadores disputaban el partido, el colegiado Quintero González jugaba el suyo propio, mostrando cinco cartulinas amarillas en una primera parte en la que no hubo faltas duras ni nada por el estilo. 

Y superada la media hora de encuentro llegó el premio. Jaime Seoane colgó el balón al corazón del área pequeña y ahí emergió Masca, la gran novedad en el día de hoy, que partió desde la banda derecha hasta dentro del área para rematar de cabeza y anotar el primero para los azules previo toque en el palo. Vencían justamente los azules. 

Tras el tanto, el Oviedo siguió con la misma idea de encuentro y disfrutaba de sus mejores minutos sobre el césped del Carlos Tartiere. Sin embargo, las lesiones volvieron a lastrar a los carbayones un día más. En una acción dividida, David Costas fue al corte y se rompió. El gallego recuperó el balón pero cayó al instante al suelo llevándose la mano a su pierna derecha, visiblemente aquejado de dolor.

Contratiempo importante para el Oviedo, que tuvo que jugar el resto del encuentro con Luismi como central –y con amarilla–, mientras que Jimmy ocupaba su puesto en el centro del campo. Y precisamente el canterano azul quiso aumentar la ventaja justo antes del descanso. Abel Bretones colgó el balón al área, Masca –que estaba en todas– la cedió atrás y Jimmy se sacó un potente disparo de la manga en el que obligó a Pacheco a realizar una gran intervención. 

Tras el paso por los vestuarios, Ramis realizó un doble cambio en busca de la reacción y el Espanyol dio un paso hacia delante. Pere Milla la tuvo dentro del área pero no pudo empujar el pase de la muerte que le había enviado Braithwaite. Y, por su parte, el Oviedo tenía claro lo que hacer cuando recuperaba el balón. Los azules querían hacer daño a la contra y Masca ya aparecía hasta por la banda para colgar balones al área. 

El portugués seguía empeñado en ser el mejor del partido y volvió a disfrutar de otra gran ocasión tras un centro de Bretones. El Oviedo no quería encerrarse atrás y de hecho disfrutaba de las mejores ocasiones del partido. El cuadro catalán no era capaz de defender las acciones locales, que seguían llegando con relativa facilidad, aunque sin ser capaces de sentenciar el choque. 

El Espanyol avisó de que con muy poco podía crear peligro y Javi Puado se fue solo hacia la meta de Leo Román. Cuando el Tartiere contenía la respiración Luismi apareció en escena para tirarse con todo y evitar el disparo del ariete. El gaditano fue con todo literalmente, hasta el punto que tuvo que pedir el cambio por lesión. No se lo podía creer Luis Carrión, que tuvo que dar entrada a Carlos Pomares en esa recta final. 

Si alguien quería la victoria era el Oviedo, y ya en el descuento obtuvo su recompensa. Moyano caracoleó por la izquierda, disparó a puerta pero el remate pegó en un defensa. Y ahí apareció Colombatto, que había estado más gris que en otras ocasiones, pero que se sacó un gran latigazo pegado al poste para poner el segundo y hacer estallar al Carlos Tartiere. Victoria de prestigio y mucho mérito del Oviedo, que cree y que quiere seguir acercándose a la zona alta.