La crónica: El Oviedo y el Tartiere sellan otra remontada de orgullo 

Bendita locura la que se vivió esta tarde en el Carlos Tartiere. Solo valía ganar y el Real Oviedo volvió a responder con victoria después del traspiés de la semana pasada. Y lo hizo con una gran reacción en la segunda parte, en la que anotó los tres goles y consiguió darle la vuelta al marcador hasta en dos ocasiones. De esta forma, los azules dejan muy tocado al Levante y se colocan en la sexta plaza a la espera de que jueguen el resto de rivales. 

El encuentro comenzó con un Oviedo dubitativo y en un grave error de Abel Bretones pudo llegar el primero. El langreano perdió el balón en campo propio y Carlos Álvarez encontró en el área a Fabrício, que de cabeza la envió cerca de la meta de Leo Román. Y el primer aviso de los azules llegaría poco después, con un disparo desde la frontal de Sebas Moyano que se fue desviado. Los azules controlaban el encuentro a través de la pelota y de un Santi Cazorla que estaba en todas, pero la circulación del balón era lenta y apenas incomodaban al equipo de Felipe Miñambres, que se estrenaba este curso como técnico granota. 

Y un nuevo error en la salida, esta vez de Oier Luengo, volvió a generar una clarísima ocasión para los visitantes. Fabrício se quedó mano a mano contra Dani Calvo y el central oscense estuvo inspirado para tocar el balón lo justo y enviarlo a saque de esquina. El Oviedo presionaba arriba muy alto y eso ocasionó muchas pérdidas al Levante. En una de esas, Masca lo intentó con un disparo desde fuera del área que se fue por encima del largo. 

Lo seguían intentando los de Carrión, que monopolizaban la posesión sin llegar a puerta. Precisamente, el primer disparo entre palos llegó en el 37’, tras un saque de esquina de Santi Cazorla que remató Dani Calvo a las manos de Andrés Fernández. El peligro llegaba a través del balón parado y así lo aprovecharía el equipo granota para ponerse por delante en el partido. Sergio Lozano la colgó rasa cerca del punto de penalti y Dela la envió para dentro. Se quejaba Leo Román y los futbolistas del Oviedo, que reclamaban fuera de juego posicional de Fabrício, que tapó la visión del meta carbayón en el momento del disparo. 

Tras el descanso, el Oviedo salió herido, con ganas de darle la vuelta al asunto, y pronto lo consiguió. De nuevo, a través del balón parado, Cazorla la colgó y ocurrieron cosas. Calvo remató y Oier Luengo, como si fuese un delantero, la prolongó de espuela para poner las tablas. El Levante quedó tocado y el Oviedo no dudó. Buscó el segundo y a los cinco minutos lo consiguió. Cazorla la colgó al área, Moyano remató en el segundo palo y se la cedió a Masca, que de cabeza también consiguió darle la vuelta al partido. Estallaba el Carlos Tartiere. No era para menos. 

El cuadro carbayon pasó del negro al blanco en un suspiro y lejos de esconderse, siguió en la misma línea. Asfixió al Levante en campo rival y hasta se permitió ‘el lujo’ de buscar el tercero. Colombatto la tuvo con un zapatazo desde muy lejos que estuvo cerca de colarse en la meta de Andrés. Se calmó el ímpetu azul y Carrión realizó cambios para refrescar al equipo en ataque. Alemao, Seoane y Dubasin entraron en lugar de Cazorla, Masca y Bastón. Pero su entrada no fue la soñada. En la siguiente acción un error de Oier Luengo en el despeje terminó con un zurdazo inapelable de Carlos Álvarez que silenció el Carlos Tartiere para poner las tablas. 

Estaba loco el encuentro y poco tardaría otra vez el Oviedo en asestar un nuevo golpe. Y una vez más fue a balón parado, aunque con distinto asistente. Colombatto la puso con magia y Dani Calvo entró como un obus para poner el tercero. En los últimos minutos, un sinfín de oportunidades para el Oviefo, que pudo sentenciar el encuentro pero no lo hizo y terminó sufriendo por las intentonas del Levante. Pero los tres puntos se quedaron en casa, se quedaron en el Carlos Tartiere. Y el Oviedo se vuelve a meter de lleno en la pelea por los puestos de playoff.