La Crónica: El Sporting sale tocado y retratado de Castalia

La herida no se cierra. De hecho, duele más que nunca. El Sporting de Gijón va a la deriva en la octava jornada en Segunda división. La quinta derrota consecutiva del equipo de Asier Garitano llegó en el momento en el que se antojaba una reacción por parte de los rojiblancos. A años luz de eso. La peor imagen como visitante apareció en Castalia para golpear a un Sporting rácano en términos de proponer y endeble a la hora de defender. No fue ofensivo ni defensivo Garitano ante el Castellón. Las etiquetas se han esfumado para el técnico vasco más cuestionado que nunca. Retratados en Castalia. 

Salió apijotado el Sporting a Castalia. Tanto que los primeros minutos fueron de posesión aplastante del Castellón, que movía a un equipo rojiblanco de lado al lado ante las miradas de los de Garitano. Con Loum como pieza nueva en el puzle rojiblanco, era un muñeco el Sporting en manos del conjunto de Pablo Hernández, mucho más metido de inicio. No tardó en abrirse la caja de Pandora. 

Salió Perrin de posición y pecó de contundencia. Sin el central francés en su hueco, encontró el filón el Castellón. Un pase filtrado sencillo y Jakobsen ajustició el rácano inicio del Sporting con un disparo potente ante el que nada pudo hacer Yáñez. El susto parecía mayúsculo, pero Matthys se encargó de suavizarlo. Ni un minuto le duró la ventaja al Castellón. Se hizo el 'hara-kiri' el portero orellut que se durmió de forma incomprensible. Y eso ante las ganas de Otero de firmar su séptima asistencia de la temporada era una sentencia de muerte. Con el robo se la cedió a Dubasin que, a puerta vacía, empató el partido. 

El gol disimulaba un partido tétrico del Sporting. Sin plan de juego ofensivo, con Loum actuando como tercer central, el equipo se parapetaba contra la meta de Yáñez ante un Castellón propositivo sin pegada ante la excesiva inocencia del Sporting. Soportó el chaparrón como pudo el equipo de Garitano y tuvo una llegada clara por medio de Pablo Vázquez. Tras un saque de banda largo, todo derivó en un remate del central que exigió la primera aparición –con éxito– de Matthys. Un aviso sin consecuencias que no tuvo el mismo efecto en el otro área. 

Volvió a encerrarse el Sporting y Diego Sánchez rompió el plato. Un despeje al aire del defensa avilesino derivó en un disparo directo a su mano. O la mano fue directa al balón. Sea como sea, error infantil del Sporting que finalizó con el tanto de Cala desde los once metros. Fatal Sporting, fatal todo. 

Salió del vestuario el Sporting con dos caras nuevas. Sorprendió sobremanera el debut de Yann Kembo en liga, optando por una línea de tres centrales yendo por detrás en el marcador. El plan era aguantar y correr. Y lo hizo el equipo gijonés con una contra que Juan Otero envió contra el portero orellut. Parecía fuera de juego, eso salvaba el error del colombiano en la definición. 

Era complicado entender el plan de la segunda parte. Iba a golpes el Sporting, buscando una suerte que no aparecía. Aguantar acometidas del Castellón, con un balón estrellado en el larguero tras un centro lateral, y buscar velocidad arriba. Todo con una línea de cinco defensas que duró 20 minutos. Se fue al banquillo un desajustado Perrin para quebrar la defensa y meter a Justin. A verlas venir, el Sporting vio correr los minutos sin que nada ocurriera. Nada. Y eso, obviamente, favorecía al Castellón. 

Con el partido ya adentrado en la recta final, quemó las naves Garitano con la entrada de Amadou. Contó el Sporting con delantero muchos minutos después y eso reactivó le dio para una. Un cabezazo de Juan Otero que detuvo con arte Matthys. Todo antes de la jugada que refleja el momento del Sporting. Un balón en largo se le hizo bola a Pablo Vázquez. Y se le atragantó mucho más a Kembo. Error de bulto del central francés que regaló a Camara la definición ante Yáñez. Retratado todo el Sporting en Castalia.