La Crónica: El Sporting se empeña en que le salga bien

Desmelenado. El marcador puede dar la sensación de partido sencillo en El Molinón. Pero tuvo que correr el Sporting de Gijón para firmar una victoria tan anestésica como importante. Manita de los rojiblancos al colista Andorra que firmó prácticamente su carta de despedida de Segunda. Los rojiblancos, más efectivos que nunca, sacaron su vena más ofensiva para apabullar al cuadro andorrano y demostrar su candidatura a la zona alta. 

Con Pablo Insua entre virus y con Cali Izquierdoz reemplazando al central gallego, saltó el Sporting a un Molinón que empezaba a dibujar un buen ambiente ya desde la previa. Los primeros latigazos rojiblancos alentaron a un público entregado a los suyos. Dominador en el arranque el equipo de Ramírez, tuvo la primera en el primer pestañeo Mario González que no aprovechó un taconazo de Villalba, novedad en el once rojiblanco. El inicio del Sporting anulaba a un Andorra que, poco a poco, empezaba a soltarse. 

La pizarra de Ramírez sirvió para abrir la lata de conserva. Entre Fran Villalba y Gaspar sobaron tras el saque de esquina. Tanto se centraron los defensas andorranos en las dos bandas del Sporting que nadie se percató que Cote estaba en la central. Tan solo se vio el de Roces que decidió buscar el zurdazo. Y encontrar así su cuarto gol de la temporada. No lo celebró, ya lo hizo El Molinón y el banquillo del Sporting por él. Explosión de alegría para celebrar un inicio prometedor. 

El Andorra no quiso pasar por El Molinón de miranda. El equipo de Ferran Costa dominaba la posesión, el Sporting golpeaba a las contras. Salvo una tarjeta que le rascaron a Cote, poco del colista en la primera media hora. Lo bueno, en color rojiblanco. Otra vez la pizarra. Villalba volvió a ser ejecutor de una gran asistencia desde una falta lateral que encontró al mejor cabeceador que merodea por El Molinón. Otero, con un giro fantástico, conectó con el larguero para el segundo. Plácido el sábado en Gijón. 

Con el Andorra volcado, el Sporting pudo finiquitarlo todo antes del descanso. Otero, Mario y Cote, en la misma jugada, fallaron una llegada clara que terminó con Molina sacando la pelota sobre la línea. Del lamento al lamento. De tener la opción de firmar el 3-0 al 2-1. Julen Lobete le bailó el agua a Cali Izquierdoz para encontrar el camino idílico hasta la línea de fondo. Encontró a Iván Gil solo en la guarida de Yáñez. Pase, gol y al descanso con un mal sabor de boca inmerecido. 

Cote se quedó en la caseta tras el descanso por su tarjeta. Pablo García ocupaba la banda zurda en el segundo acto que comenzaba con un disparo del otro lateral. Guille Rosas exigía a Ratti con un disparo lejano que mandó a la esquina el meta andorrano. El aviso del Sporting llegó con un comienzo de segunda parte con problemas. Gaspar se iba al banquillo aquejado de un dolor a la altura de la cadera. Su sustituto, Dani Queipo, entró de pie en el partido. Su primer contacto con el balón fue con la cabeza y fue el tercero. 

Ni tiempo para la celebración. Iván Gil limpió la escuadra de Yáñez con un disparo lejano. Inapelable. La respuesta inmediata animó al Andorra que adelantó líneas. Algo que aprovechó el Sporting para cazar el cuarto. Estuvo brillante Mario González en la asistencia y felino Juan Otero en la definición. Doblete y 10 goles para el colombiano, igualando ya a Gaspar en la lista de goleadores. 

Desatado el Andorra buscando la honra, el Sporting salió de nuevo a cazar. Otra transición rápida que terminó en Otero finalizando. Se quedó con las ganas de 'hat-trick' el colombiano. Un 'dolor' que compensó la aparición de Nacho Méndez. El de Luanco llegó con la caña para dibujar el quinto. Una renta que el Sporting intentó amplió con el gol de Zarfino. Fiesta desbordada, goleada para hincharse el pecho y a por el Leganés. El Sporting quiere que le salga bien.