La Crónica: Final de pesadilla en El Molinón

Golpe duro. Muy duro de asimilar. El Sporting de Gijón ha perdido por segunda vez en casa en lo que va de temporada. No se le da bien que le visiten 'Racings'. En este caso, el de Santander fue verdugo. En un partido loco, se fugaron los tres puntos hacia Cantabria con una recta final no apta para cardiacos. El Sporting volvió a ser fruto de sus errores y terminó cayendo ante la fe verdiblanca. Un golpe directo al mentón. 

La previa le daba más ingredientes a un duelo muy norteño. El cielo se rompía cuando los equipos salían a calentar al césped de El Molinón, un verde que se convertía en una pista resbaladiza. Con balas por las bandas por ambos conjuntos, el partido se dibujaba vertiginoso. El ritmo era rápido por el estado del césped y el Racing pudo aprovecharlo en la primera arrancada de Arana. Una acción invalidada por una falta más que visible sobre Pascanu. Pero era un aviso para alentar a la parroquia verdiblanca. 

Le faltaba algo así al sportinguismo para entrar en el partido e igualar fuerzas. Empezó el Sporting a bombardear el área de Ezkieta pero el mal rojiblanco seguía siendo el mismo. Nadie encontraba los balones de Cote. De un centro llegó la primera clara. Y fue verdiblanca. Saúl puso un centro que era puro veneno. En vez de buscar una cabeza amiga, el balón del exrojiblanco buscó portería. Yáñez metió la yema de los dedos para enviarla al larguero y evitar el primer golpe cántabro. El inicio no fue feroz rojiblanco y el Racing buscaba aprovechar. 

Para aprovechar, lo que hizo Djuka con lo que hizo Ezkieta. El portero del Racing de Santander salió con excesiva fuerza y se llevó puesto a Manu Hernando en un centro lateral de Nacho Martín. El balón rechazado le cayó al montenegrino. Espoleado por sus goles recientes, el '23' la mandó a guardar para levantar a la parroquia rojiblanca. El gol fue medicina para el alma sportinguista. 

La puntería de Djuka despertó al mejor Sporting del mes. Empezó a dominar a un Racing que se cargaba de tarjetas y se alejaba cada vez más de la portería rojiblanca. En el otro área, se acumulaban las llegadas. La más clara fue para Gaspar. El Sporting desencadenó la tormenta perfecta. Djuka la lanzó, Otero la colgó y Gaspar astilló el larguero con un gran remate de cabeza. Una pena, era algo merecido para el Sporting, Otero dio el susto pero se quedó en nada. El Racing de José Alberto, agazapado tras el gol, se animó en la recta final sin fortuna en la portería del Sporting. 

Metió dos caras nuevas José Alberto al descanso. Cambios en el centro del campo y también en el lateral diestro, donde Saúl sufría lo que no estaba escrito con Hassan. En su lugar entró un Mario García con potencial para el ataque. El partido tocaba cerrarlo y el cronómetro no ayudaba a los intereses rojiblancos. El Racing tomaba cartas en el asunto para acercarse el empate, algo que generaba huecos a la espalda de su amonestada defensa. Djuka intentó hacer una jugada individual en una salida rápida pero no atinó al final. Lo mismo que ocurrió minutos después. Cote lo hizo de fábula con un pase mágico. Djuka, de miedo con una vaselina para el olvido. 

El Sporting fue incapaz de matar y el Racing resucitó. Lo hizo a través del balón parado con un envío goloso de Morante. El centro era bueno, Arana lo hizo mejor con un remate de espaldas que despertó a la grada verdiblanca. Gran gol que hacía mérito al buen segundo tiempo del Racing de José Alberto. Era partido para sufrir ante la velocidad cántabra. También ante el cansancio rojiblanco en defensa. Pero el fútbol quiso volverse loco en El Molinón. 

Yáñez preparó una traca valenciana. El portero catalán estuvo tan cerca de liarla con un penalti y expulsión sobre Arana. El árbitro no le compró la caída al atacante verdiblanco. Pasaron segundos y el Sporting, entre protestas racinguistas, se plantó en área rival. No contará como asistencia de Cote pero el de Roces es responsable de lo ocurrido. Queipo se hizo el hueco para rematar pero su disparo no fue certero. Se detuvo en un mar de piernas. En aguas revueltas volvió a cazar Gaspar. El gijonés, con alma y fe, fue el autor de un gol celebrado con fuerza en El Molinón. Quedaba un mundo. 

Y en ese mundo, reinó el Racing. La combinación fue tremenda por dentro del equipo de José Alberto, Ivan Morante volvió a asistir a Arana tras una jugada espectacular. Raseó el Racing, persiguió sombras el Sporting. El '9' batió con maestría a Yáñez para volver a igualar el partido más loco de la jornada. Pero esperen, que todavía hay más. Varane volvió a ser mal protagonista. El francés metió la mano donde no debía para cortar un pase peligrosos del Racing que terminó en gol. Anulado este por fuera de juego. Pero el VAR fue chivato. Peque sentenció desde los once metros para asestar un golpe muy duro al sportinguismo.