La Crónica: Jarro de agua fría para el Oviedo y el Tartiere

Era el día para presentar la candidatura a todo y el Real Oviedo no fue capaz. Un día más se les resisten las tres victorias consecutivas a los azules, que a pesar de adelantarse en el marcador a través de Jaime Seoane vieron como Gabri Martínez ponía las tablas a falta de cuatro minutos para el final. Jarro de agua fría para un Carlos Tartiere que también vivió con nerviosismo esa recta final. Los azules se quedan a tres puntos del ascenso directo y podrían salir del play off a lo largo de la jornada. 

Si había alguna duda de relajación, los futbolistas azules las disiparon a las primeras de cambio. El Oviedo empezó eléctrico el encuentro y Sebas Moyano pudo poner el primero a los seis minutos. El cordobés, muy activo al inicio, recortó y puso a prueba desde fuera del área a Ramón Juan, que se estiró para enviarla a saque de esquina. Y poco después, Alemão estuvo cerca de aprovechar un gran error del meta, pero sin portero y muy escorado, el brasileño la envió fuera. 

Tenía el dominio absoluto de la pelota el Oviedo de Carrión, aunque con el paso de los minutos dejaron de haber ocasiones y el Mirandés avanzó metros. A través del balón parado llegaron sus mejores opciones y Tachi probó fortuna con un cabezazo que se fue desviado. La peor noticia del encuentro la dejó Luismi a la media hora de juego, que tras un mal apoyo se retiró llorando del terreno de juego por unos problemas en su rodilla derecha. 

A partir de ahí llegaron los peores minutos de la primera parte del Oviedo, que no sufría en exceso pero que tampoco era capaz de pisar campo rival. Y, sin embargo, al filo del descanso consiguieron ponerse por delante. Abel Bretones la colgó al corazón del área y Jaime Seaone, de espaldas, la prolongó directamente a la red para hacer rugir al Tartiere antes del descanso. Mejor final imposible.

Y tras el paso por los vestuarios fue el conjunto jabato el que entró mejor. La Gumina puso a prueba a Leo Román de cabeza y el equipo de Lisci comenzó a rondar el área azul. También el Oviedo, sin estar del todo cómodo, tuvo una gran oportunidad en las botas de Masca, pero Ramón Juan evitó el 2-0 en otra gran atajada. 

Seguía mejor el Mirandés, presionando en campo contrario y rondando el gol en varios centros que consiguió despejar de forma providencial la zaga azul. La Gumina volvió a probar a Leo Román al palo corto y después un grave error de Oier Luengo en su cesión al ibicenco estuvo a punto de costar muy caro al Oviedo. Vaya susto se llevó el Tartiere. 

Un susto que se convertiría en pesadilla poco después. A falta de cuatro minutos para el final, Chaira pisó línea de fondo y Gabri Martínez se tiró con todo para enviar el balón al fondo de la red y poner el empate. Había todavía para conseguir los tres puntos, pero el Oviedo tiró más de alma que de fútbol y a pesar de sus intentonas no fue capaz de sacar los tres puntos. Gatillazo en la lucha por el ascenso directo, que se queda ahora a tres puntos.