La Crónica: La caída libre es interminable
El Sporting volvió a caer con estrépito en casa y acentúa una crisis que, semana tras semana, vuelve a ser más profunda. Se adelantó Djuka, pero Enric Gallego fue demasiado para la defensa de un equipo que volvió a hacer aguas y que ve como la zona de abajo se aproxima una semana más
Lo que antes era un fortín, ahora es un buffet libre. Los rivales que pasan por El Molinón degustan un sinfín de puntos que ya le gustaría saborear a José Luis Martí. El Sporting volvió a caer derrotado en casa por cuarta ocasión consecutiva. Lo volvió a hacer, quizás, con merecimiento. No fue tan inferior como en otros partidos. Pero el Tenerife le demostró lo que es ser feroz en las áreas. Tras adelantarse en el marcador, el Sporting se mostró endeble en área propia y el Tenerife hizo sangre de la mano de un cazagoles de la talla de Enric Gallego. El Sporting se aproxima al abismo y ya ni El Molinón es capaz de remediarlo.
Gaspar Campos fue el invitado sorpresa a la fiesta ante el Tenerife. Aitor García se quedaba esperando en la puerta, algo poco habitual en el onubense. El rival era de altura, pero el Sporting empezó sin vértigo. El primer aviso fue de Djuka. Después de una jugada por la banda diestra, el balón cayó al interior del área donde el montenegrino se revolvió delante de un rival para armar el disparo. Su aviso, manso a las manos de Juan Soriano. Pese a avisar primero, el control y dominio vestía de color azul. El equipo de Ramis demostró en los primeros compases su lugar en la clasificación. Poderoso en la presión y veloz para plantarse en la portería de un Mariño que recibía pitos cada vez que controlaba en exceso la pelota.
Equipo de promoción aunque con fallos severos. En uno de ellos, Fran Villalba ejerció de carterista ante Alexander Corredera. El valenciano empezó un contragolpe acompañado de Djuka. La cesión del valenciano para el '23' era acertada. La definición tuvo de todo menos acierto. Djuka, de primeras, la envió floja de nuevo a las manos del portero tinerfeño. Esta llegada sirvió más como aviso que como ocasión. El Sporting comenzó a crear fútbol y a aparecer por la banda derecha. Por ahí, partía Gaspar Campos que demostraba en cada jugada la picardía y la verticalidad que siempre le define como futbolista.
El dominio rojiblanco era visible. Invisibles eran las ocasiones claras. Comenzó a crecer la banda zurda con Kravets y Puma Rodríguez, los dos mejores del último compromiso del Sporting. El ucraniano colgó varios balones peligrosos sobre el área, sin rematador alguno. El panameño avisó desde la frontal con un disparo duro que se encontró con la cabeza de un jugador del Tenerife. No en la mano como reclamó el '18'. Seguía teniendo el control del cuero el equipo de Martí, pero el conjunto canario se estiraba y también llegaba. Un córner, eterno lunar de la temporada rojiblanca, lo remató José León totalmente solo. Su disparo se fue fuera, pese a que la jugada estaba invalidada por falta previa. Con infracción o sin ella, la caraja volvía a acompañar a los rojiblancos en el balón parado.
La siguiente también fue canaria. Víctor Mollejo se plantó delante de Mariño aunque, a simple vista, parecía adelantado. La repetición sembró dudas. Sin importancia porque el disparo había salido alto. Fue una de las últimas de una primera parte que terminó con el Sporting acechando la portería de Juan Soriano. Fran Villalba con un disparo desde la frontal que tocó en un jugador tinerfeño tuvo la más clara del último arreón de los rojiblancos. Con un balón parado del Tenerife desde el centro del campo, que despejó sin mayores apuros Mariño, se fulminó una primera parte con dominio repartido, algo que no gustó del todo a un impaciente Molinón.
La segunda parte comenzó con dos permutas en el equipo canario y con la misma idea en el Sporting. Lo que cambió fue el estado de ánimo de los aficionados en los primeros minutos. De la noche al día. El Tenerife, haciendo un fútbol práctico, tocó rápido hacia la banda y puso el balón al interior del área y encontró a un recién ingresado Andrés Martín que, totalmente solo, la envió a las manos de Mariño. Susto tremendo que se compensaría en la siguiente jugada en el otro área. Gaspar volvió a sacar el colmillo para internarse en líneas enemigas. Un jugada embarrada dentro del área la aclaró el de siempre. Le cayó el balón a Djuka por delante de un defensor, se hizo hueco y la reventó contra el larguero, poniendo el primero en el marcador.
No estaría mucho tiempo el tanto de Djuka en soledad en el marcador. Enric Gallego demostró su categoría de cazagoles a los cinco minutos de estar en el campo. Shaq Moore sacó un buen centro desde el lateral diestro sobre el primer palo. Borja López calculó mal el salto y le dio la ventaja justa a Enric Gallego que, con un buen cabezazo, puso las tablas y la bronca en El Molinón. Y no parecía suficiente para el equipo canario que seguía buscando más. Aitor entró en detrimento de un correcto Gaspar Campos en un partido que cogía temperatura y tintes de locura. De un área, se iba a otro. De aviso claro a aviso claro.
Primero, fue el cuadro de Ramis. Shaq Moore volvió a hacer diabluras por la banda derecha y regaló un balón preciso al interior del área. Alexander Corredera se quedó cerca. Enric Gallego no conectó en boca de gol. Una ocasión clara a la que respondía el Sporting segundos después. Otra contra de Villalba que terminó en las botas de Djuka. Esta vez, el montenegrino decidió mejor. Su disparo se marchó al palo de un vencido Soriano. Puma no pudo cazar el balón repelido de la madera cuando en El Molinón se calentaban las gargantas para la celebración. El acierto del Puma no era tanto como semanas atrás.
Cayó lesionado Bogdan y Martí aprovechó para reforzar el centro del campo. Retiró a un desafortunado Pedro Díaz y entró Gragera para taponar el ritmo de un juego que comenzaba a llevar el Tenerife. También entró Calavera al tiempo que saltaba Jony a calentar. Su mera presencia activó algo a la grada de El Molinón. Sin apenas calentamiento (tan solo cuatro minutos), el cangués se fue para dentro a diez minutos del final. Su equipo necesitaba algo que espoleara sus ilusiones y Jony sigue encarnando la ilusión. Algo que se encargó de birlar Enric Gallego.
Transición rápida del Tenerife que se plantó con excesiva facilidad en una contra peligrosa. El balón volvió a terminar muerto en el corazón del área tras el despeje de Kravets. Un verdadero 'killer' como Enric Gallego no perdonó un regalo de tal calibre y reventó el balón contra la red de Mariño. Aguas mayúsculas en la defensa del Sporting, incapaz de soportar la potencia ofensiva del Tenerife. El gol dio paso a que arrancara el movimiento en las puertas de El Molinón. Fueron muchos lo que no se quedaron a ver la recta final del partido de los suyos. Incluso se oyó aquello de "Directiva, dimisión".
De los que se fueron, nadie se perdió nada. Solo perdió el Sporting. Se le está comenzando a poner una cara extraña al equipo de José Luis Martí. Una cara poco habitual. Cuatro victorias en 21 partidos. Cuatro partidos consecutivos perdiendo y una sensación de caída libre constante. El suelo se ve cada vez más cerca, pero el Sporting sigue cayendo. Y hoy, para no perder la costumbre, volvió a caer y con merecimiento.
- José Luis Martí (Entrenador/a)
- 13 Diego Mariño
- 19 Bogdan SC
- 6 Babin
- 5 Borja López -
- 3 Kravets
- 17 Rivera
- 8 Pedro Díaz SC
- 18 Puma Rodríguez
- 21 Villalba
- 27 Gaspar Campos
- 23 Djuka
- 7 Aitor García
- 16 Gragera
- 20 Calavera SC
- 9 Jony SC
- 24 Eric Ramírez SC
- Luis Miguel Ramis (Entrenador/a)
- 1 Juan Soriano
- 21 Shaq Moore
- 14 Carlos Ruiz
- 4 León
- 15 Pomares
- 16 Aitor Sanz
- 6 Alex Corredera
- 28 Mollejo
- 9 Elady
- 11 Bermejo
- 7 Mario González
- 18 Enric Gallego
- 20 Andrés Martín
- 2 Pablo Larrea
- 10 Samu Shashoua
- 23 Sipsic SC
Goles
1-0, minuto 49: Djuka. 1-1, minuto 52, Enric Gallego. 1-2, minuto 82, Enric Gallego.
Árbitro
El colegiado Milla Alvendiz, del comité andaluz, amonestó a los locales Gaspar Campos y a los visitantes Aitor Sanz y Corredera, Juan Soriano.
Incidencias
Partido correspondiente a la jornada 31 de LaLiga Smartbank disputado en El Molinón-Enrique Castro Quini ante 14.002 espectadores con más de medio millar de aficionados tinerfeños.