La Crónica: Los derbis siguen siendo del Real Oviedo

El Sporting perdió fuera y dentro del campo. El Oviedo supo ganar el derbi asturiano como viene siendo habitual en los últimos años. Lo hizo con merecimiento. El partido, tristemente, pasará a un segundo plano por las imágenes bochornosas que se vieron al término del partido. Una agresión de varios jugadores rojiblancos a Femenías más digna de otros ambientes quedará en el recuerdo de los derbis asturianos como uno de los mayores bochornos que se recuerdan. Una lástima que empañe un gran partido del Oviedo y otro partido gris del Sporting. Pero cuando pasan estas cosas, el fútbol pasa a un segundo plano. Actitudes barriobajeras no tienen cabida en el mundo del deporte. Lamentable a todas luces.  

Empezó un derbi que poco se asemejó a lo que venía siendo un duelo regional. Los dos equipos empezaron con mordiente en la presión y animándose con facilidad en el área enemiga. El comienzo fue azul, aunque la primera fue rojiblanca. Disparó Aitor García desde muy lejos, algo que complicó a Femenías en un disparo sin aparente peligro. Sacó el balón fuera el balear para evitar males mayores. Pese a que el dominio fue azul, el Sporting se asomaba con aparente facilidad. Tuvo la mejor rojiblanca Bogdan tras un envío medido de Djuka al interior del área. El remate del ucraniano, más cerca de lo que pareció en primera opción. 

También de cabeza, tuvo la opción de adelantarse Rivera. Cayéndose hacia atrás, el gijonés no pudo dirigir el balón hacia portería. Sería el último aviso del Sporting antes del arreón azul. Antes de las llegadas, la polémica. Un balón desde la banda diestra terminó impactando en la mano de Babin. Perez Pallas hizo caso omiso a las imagenes y no quiso avisar a Trujillo Suárez. Algo que se repetiría minutos más tarde en el área rojiblanco. 

La polémica dio paso a la gran ocasión de la primera parte. El Oviedo encontró huecos ante la pasividad rojiblanca. Desde la zurda, entró Borja Sánchez para vislumbrar a Luismi con soledad en el interior del área. El gaditano reventó el balón, obligando a Cuéllar a realizar una gran intervención. El Molinón lo celebró como un gol local. El espolón de la parada no motivó al Sporting que vio como Javi Mier, de cabeza, tuvo dos ocasiones que se marcharon cerca de la portería de Cuéllar. 

La polémica cambió de bando en una acción similar. El remate de Djuka se 'topó' con la mano de Brugman. Misma respuesta desde el VAR. Nada de nada. En el córner posterior, fue Pierre el que le birló el balón a Villalba cuando se relamía el valenciano para empujar con el tacón. De camino a vestuarios, la sensación de un derbi poco habitual. 

Se repitió el guion a la vuelta del vestuario. El Oviedo salió a llevar la manija del partido, con un Sporting que aguantaba bien plantado las intentonas azules. Pierre Cornud, el mejor azul, entraba con facilidad por la banda zurda, aunque sus envíos no encontraron dueño. Por ahí discurrió gran parte de la segunda parte. Sin llegadas claras, movió el árbol Martí para encontrar nuevas soluciones. No le salieron las cosas al entrenador balear. También busco lo suyo Ziganda con la entrada de Hugo Rama. 

Sin embargo, la suerte la tentaría Djuka. Le brindó Fran Villalba un mano a mano al montenegrino. Femenías le ganó la partida al '23' con una gran intervención. Sería el único disparo entre los tres palos del Sporting en todo el derbi. El resto sería azul. Y el cántaro rompió de camino al gol. Pierre Cornud buscó su enésimo centro al área. Por el camino, la bota de Berrocal se interpuso en el centro. El balón terminó dentro para júbilo azul y desesperación rojiblanca. El Sporting buscó sin acierto el empate, antes de empañarlo todo al término del partido. El Sporting perdió en el campo y fuera de él. Al término del partido, las imágenes fueron lamentables. La postal de jugadores rojiblancos agrediendo de forma coral a Femenías fue esperpéntica y dará la vuelta a España. Una lástima que una gran victoria azul quede empañada por la actitud de unos malos perdedores. Esto no es Mareo. Esto no es el fútbol asturiano.