La Crónica: Naufragio rotundo en El Sardinero

Sin paliativos. El Sporting de Gijón cayó con total merecimiento en El Sardinero después de una primera hora para meter en el cajón de las peores faenas del equipo rojiblanco en mucho tiempo. La línea de cinco volvió a fracasar y el Racing de José Alberto hizo daño a un equipo tan endeble como desorganizado. Abelardo trató de recuperar el plan pero ni por esas. Ni con más de 10 córners fue capaz el Sporting de llevar una sensación real de peligro ante un cuadro cántabro que sale del descenso a costa de los rojiblancos. Un equipo que se empeña en crearse crisis. 

Abelardo volvió a apostar por la línea de cinco defensas como viene siendo habitual en 2023. El partido comenzó con un intercambio de fallos grotescos. El primero fue del Racing. En la salida de balón, Germán echó el balón contra el cuerpo de Milo. El serbio tan solo tuvo que poner el cuerpo para que el cuero le pegara en la pierna y se marchara rozando el palo de la portería de Parera. De error en error y tiro porque me toca, Gragera compartió el fallo. Incomprensible la desconexión del '6' que regaló el balón a Matheus en el mano a mano. Cuéllar se hizo enorme y le negó el gol al brasileño con una gran parada. 

Los sustos tranquilizaron a ambos equipos pero el Racing se encargó de ahondar en el miedo rojiblanco. Jordi Mboula inició la carrera ante la pasividad de los defensas rojiblancos. Un mar de piernas dejaron pasar al extremo. Incluso le concedieron el rechace. Mal Diego, mal Insua y fatal Bruno. Mboula aprovechó la siesta del Sporting para marcar el primer gol. Una caraja que se evidenció minutos más tarde. Bruno completó su tarde horrible con una expedición fuera de la defensa que dejó al Racing campar a sus anchas. Gragera trató de corregir el hueco y Matheus aprovechó la línea ampliada del fuera de juego para marcar el segundo. Debacle. 

Abelardo realizó un doble cambio a la media hora de un partido que estaba dejando mucho que desear. Los señalados fueron Bruno y Pedro Díaz que se marcharon al banquillo para dar entrada a Cristo y a Rivera. Con la línea de cinco ya en el olvido, el Sporting trató de enmendar la peor media hora de la temporada. Y pudo ser peor. Germán remató al larguero ante una nueva relajación absoluta en la marca rojiblanca. Insua le dejó espacio y el central racinguista perdonó el tercero. Una imagen demasiado rácana ante una afición que se volcó con su equipo. La Mareona sí estuvo en la primera parte de El Sardinero. El Sporting, no. 

Con dos nuevos cambios tras el descanso, el Sporting trató de lavar la imagen. Un recién ingresado Jony tuvo en su cabeza la opción de meter rápido al equipo de un cabreado Abelardo en el partido, pero el balón se estampó en el palo. Fue una llegada aislada que daba sensación de que el Sporting estaba cerca del Racing, aunque fue más efímero que real. El Racing se volcó para conseguir el tercero ante un equipo rojiblanco demasiado fallón en todos los frentes. 

En los últimos 20 minutos, el Sporting se puso el mono de desesperado, pero ni con esas. Desquiciado el equipo de Abelardo y gran gestión del Racing en los minutos finales. Estuvo rondando hacer más grande la herida el equipo de José Alberto ante un equipo sin intensidad ni rigor defensivo alguno. Con más coraje que ideas claras, el Sporting trató de poner honra a una tarde horrenda pero Parera paró lo que le llegó.

Zarfino dispuso de su llegada habitual de todas las tardes pero no la empaló en el área pequeña. También Cristo buscó las cosquillas del portero del Racing, pero estuvo felino para hacer que el Sporting Una derrota sin discusión de un equipo que hizo agua en todas las partes y que entra de manera profunda en una crisis que pide consecuencias.