La crónica: Ni el líder puede con este Oviedo 

Qué importantes son las dinámicas en el fútbol. Y cuánto trata de alargar la suya el Real Oviedo. El conjunto azul tuvo la paciencia necesaria para insistir y no decaer, y en la recta final una genialidad de Paulino fue suficiente para  tumbar al líder, el Leganés, y seguir con el estado de ilusión implantado en el Carlos Tartiere.

Luis Carrión aplicó la máxima de “lo que funciona no se toca” y el técnico catalán repitió el mismo once que la semana pasada brilló en Ferrol, con Viti como lateral derecho y con Dubasin ocupando la mediapunta en detrimento de Jaime Seoane. El encuentro arrancó muy igualado, con dos equipos que se respetaban mucho sobre el césped del Carlos Tartiere. 

Las ocasiones se hicieron esperar y en el ecuador del primer tiempo el Oviedo consiguió enlazar varios saques de esquina que el Leganés logró solventar con facilidad. El cuadro madrileño, con una marcada línea de cinco defensas y tres centrocampistas estableció un muro muy difícil de penetrar por parte del conjunto azul. Por algo son el equipo menos goleado de la categoría. 

Pasaban muy pocas cosas en un partido marcado por la táctica y la pizarra de ambos técnicos y solo Sebas Moyano era capaz de romper la monotonía. El cordobés, en un gran momento de forma, se echó el equipo a la espalda y dejó varios detalles de su calidad. Y precisamente él tuvo la mejor –y única– ocasión de peligro en la primera mitad. Viti la colgó al segundo palo y ahí apareció el ‘17’ carbayón, que de cabeza ya saboreó el primero, pero Diego Conde estuvo providencial para sacar una gran mano abajo y evitarlo. 

No hubo más, en una de las primeras partes con menos ocasiones de la ‘Era Carrión’. Solo un tiro a puerta y la sensación de que hacía falta más atrevimiento para poder derribar la muralla pepinera. Pero aún quedaba todo por decidir en el segundo acto. 

Tras el paso por los vestuarios el Oviedo salió más decidido hacia el ataque y consiguió embotellar más al Leganés, que comenzó a defenderse más cerca de su guardameta. Y pronto los azules disfrutaron de una nueva ocasión. Jimmy la colgó desde la banda derecha y logró conectar con Borja Bastón, que metió la puntera de la bota y una vez más Diego Conde estuvo atento para evitar el tanto. 

Ambos entrenadores comenzaron a agitar el banquillo y Luis Carrión optó por darle entrada a Santi Cazorla, Alemao y Seoane en detrimento de Bastón, Masca y Jimmy. Y fue a través del balón parado. Cazorla la colgó al corazón del área, Conde despejó de puños y en el rechace Colombatto disparó y su remate rozó el palo de la meta pepinera. 

Los cambios hicieron efecto y le dieron fluidez al Oviedo, que encadenó varias acciones de peligro. La más clara, para Dubasin. El nuevo fichaje azul controló de cabeza, se deshizo de su par y puso a prueba a un Diego Conde que una vez más volvió a estar sobresaliente para evitar el tanto. El encuentro se abrió y el equipo de Borja Jiménez también encontró más espacios a la contra, aunque el cuadro carbayón lo controló a la perfección. 

El Oviedo acabó el encuentro con Paulino y Borja Sánchez sobre el césped, con mucho jugón para derribar la muralla pepinera. A través del balón parado llegaron los avisos, pero el premio fue en el 88’. Precisamente, Paulino, recibió desde la banda, avanzó hacia dentro y de sus botas salió un potente disparo ajustado que se coló en la meta de Diego Conde e hizo estallar el Carlos Tartiere. 

Y en el descuento, oficio. El Oviedo se defendió bien de las acometidas del líder, el Leganés no puso en apuros a Leo Román y el Carlos Tartiere rugió cuando el colegiado Orellana Cid señaló el final del encuentro. Victoria de mucho prestigio para un Real Oviedo que se coloca momentáneamente en puestos de playoff.