La crónica: Un Oviedo con personalidad se queda con la miel en los labios en Santander

Empate, pero con sabor amargo. Lo que jugando fuera de casa significa que has cuajado un gran encuentro. El Real Oviedo le plantó cara de tú a tú al Racing de Santander y salió vencedor del intercambio de golpes en la primera mitad. En la segunda, control absoluto, pero un error en la recta final que acabó en penalti en contra les condenó (2-2). Un buen punto en un duro partido, pero que pudo haber sido más. 

Se preveía un partido frenético y la realidad superó a las expectativas. Ya en el primer minuto el Oviedo avisó de que visitaba El Sardinero para conseguir los tres puntos. Abel Bretones tuvo un mano a mano pero el langreano no consiguió colocarla y su disparo fue al muñeco. Y poco después respondió el Racing, que no se quedó de brazos cruzados. Arana, un dolor de cabeza durante todo el partido, regateó a Leo Román y cedió el pase de la muerte y Sangalli no llegó. 

Apretaba el Racing arriba y hacía lo mismo el Oviedo cuando tenía la oportunidad. Los dos querían la victoria y mantenían un ritmo frenético de partido. Los de José Alberto hacían daño al conjunto azul sobre todo por la banda de Bretones, y Sangalli pudo adelantar a los suyos con un buen disparo algo escorado que obligó a intervenir a Leo Román. 

Un duelo de golpes en toda regla del que salió victorioso el Oviedo en primera instancia. Tras un saque de esquina, la defensa cántabra dejó el balón muerto en la frontal del área y Colombatto disparó a puerta, con la fortuna de que su remate pegó en Mantilla y desvió el balón haciéndolo imposible para Ezkieta. Se la devolvía el destino al Oviedo en una acción muy similar al segundo gol de Miranda. 

El Oviedo siguió con su mismo plan de partido, pero dejaba espacios atrás que Arana constantemente aprovechaba. El ex del Villarreal recortó dentro del área y cuando El Sardinero se levantaba para celebrar el empate emergió Leo Román para evitarlo. Sin embargo, poco después llegaría. Íñigo Vicente filtró un gran balón a Sangalli que, de tacón, dejó solo a Peque. El ariete la cruzó potente y puso el 1-1 tras media hora de encuentro. 

Nada cambiaba en El Sardinero. Y el Oviedo fue capaz de anotar el segundo por medio de Seoane, aunque en vez de alegría lo que invadió a los cuerpos carbayones fue la incertidumbre. El colegiado del encuentro, Caparrós Hernández, anuló el tanto por falta previa de Borja Bastón. Una falta inexistente, que poco después rectificaría, aunque señalando una de un minuto antes cerca del área azul

El Oviedo pasó de polémicas y poco después consiguió ponerse por delante nuevamente. Tras un saque de esquina botado por Colombatto, Dani Calvo se anticipó a todos dentro del área y remató de cabeza para batir a Ezkieta y hacer rugir a la parte visitante de El Sardinero. E incluso antes del descanso Masca también disfrutó de una buena ocasión para ampliar ventajas.  

Arrancó la segunda mitad y el ritmo no recayó. Sin cambios por ambos lados, el primero en meter el miedo en el cuerpo fue el Racing. Sangalli quiso hacer efectiva la ley del ex y la tuvo, pero se encontró con una gran parada de Leo Román, que comenzaba a ser decisivo. 

Tras esa jugada los de Carrión comenzaron a dominar el partido, pero una vez más las lesiones volvieron a lastrar a los azules. Esta vez le tocó a la pieza más importante, al autor del primer tanto y de la asistencia en el segundo gol: Santiago Colombatto. El argentino se tuvo que retirar por unas molestias en el gúteo y Viti entró en su lugar, dejando a Seoane como mediocentro. 

Con el paso de los minutos el Oviedo empezó a controlar el choque, pero los errores penalizan y a los azules les salió muy caro. Jimmy llegó tarde y cometió penalti. Un ‘regalo’ que Peque no quiso desaprovechar. El delantero anotó su doblete particular con un remate ajustado al palo izquierdo al que no pudo llegar Leo Román. 

En la recta final los de Carrión buscaron el tercero y encerraron al Racing. Yayo la tuvo de cabeza pero su remate pegó en la madera y Alemao también disfrutó de una buena oportunidad que salvó en última instancia un defensa local. Al final, reparto de puntos en un bonito partido en el que el cuadro azul hizo más méritos para llevarse la victoria.