La Crónica: Un Sporting sin suerte choca en El Molinón

Golpe duro. El Sporting de Gijón vio frenada su buena inercia como local con la primera derrota de la temporada ante un Racing de Ferrol que también evidenció ser un equipo que puede pelear por la zona alta. Se adelantó el Sporting en la segunda parte por medio de Cali Izquierdoz pero la mala suerte fue esquiva con Róber Pier. El defensa gallego fue protagonista en la primera acción de gol de Álvaro Giménez y completó la derrota con un gol de los salen en el recopilatorio de las jugadas tontas del curso. Una derrota que corta la inercia rojiblanca. 

El que apuró la hora de entrada a El Molinón se perdió dos y de las buenas. Una por barba. No se había consumido el primer medio minuto cuando Gaspar se encaminaba hacia un mano a mano que se le hizo largo. Quiso acortar tiempo, definir antes. No era mala la idea pero Ander Cantero tapó el palo corto. En el rechace, quiso enmendar la primera acción pero se precipitó. También llegaba Campuzano con la caña pero no le dio tiempo a poner el anzuelo. 

Sin tiempo para empezar a desenvolver el bocadillo para la cena. El Racing de Ferrol demostró los motivos que le aupan a la parte alta de la tabla. Gran parte del éxito llega del buen hacer de su '22'. Iker Losada demostró los motivos que le designaron como mejor jugador del mes pasado en Segunda. Combinó de maravilla el equipo de Parralo para que el balón le llegara a Losada en el interior del área y la mandara fuera, muy cerca del palo de Yáñez. 

Eran la pareja de la noche. Nacho y Losada, Losada y Nacho. Peligro constante de la dupla ferrolano que dibujaron otra gran ocasión. El extremo se la dejó al mediapunta. En el mano a mano, tanto quiso ajustar que la mandó fuera para reafirmar el segundo aviso claro ferrolano. Era un partido bonito. Dominio rojiblanco. Llegadas verdes. Emociones conjuntas y mismo acierto por ambas partes. Nulo. Como el de Campuzano. En la última de la primera parte, el catalán se encontró con un balón muerto tras un balón parado en el área pequeña. Ander Cantero le dijo que no. Muy clara para irse al vestuario. 

Tocó otro inicio fulgurante. Los que saborearon los nuevos productos de las cantinas rojiblancas estuvieron a punto de atragantarse cuando Christian Rivera se escurrió dentro del área. No había nada, dijo Quintero González. Una jugada que terminó en saque de esquina. Y desde ahí se cocinó el gol. Hassan la puso al corazón del área tras tirar diabluras varias. Esperando como si fuera un delantero, Róber Pier recibió y lanzó el taconazo. Por el camino, Cali acompañó el balón para mandarla a guardar. Fiebre de domingo noche en El Molinón. 

Las décimas subieron con Víctor Campuzano cuando en una carrera se echó la mano atrás. Territorio conocido para el delantero catalán. En su lugar salió un pistolero con ganas de pólvora. Mario González, con un Molinón a sus pies, debutaba como rojiblanco y dejaba buenas maneras en su labor como delantero. Aunque el estadio disfrutaba, el Racing se negaba a entregar la cuchara. Nacho encontró las cosquillas de la defensa rojiblanca y definió con la puntera cerca del palo de Yáñez. Susto. 

Y tras el susto, el sustazo. Róber Pier pugnaba con Álvaro Giménez para buscar un balón desde la derecha. El central gallego se fue al suelo y dejó al delantero solo para definir ante Yáñez. El Molinón confió en el VAR aunque fue una confianza ciega. Sagués Oscoz volvió a ser verdugo rojiblanco y no dio la alegría de anular el gol del empate ferrolano. 

La recta final del partido fue densa. El Sporting se puso el traje de las noches épicas y se volcó buscando otra heroicidad. Añadieron 12 minutos por diversos parones pero los rojiblancos no asedió como se podía esperar. Y en la recta final, el golpe más duro. Róber Pier cometió el primer gran error de la temporada. En la presión ferrolana, se la puso atrás a Yáñez pero el envío se envenenó y se coló. El autogol más cruel en el peor momento para consumar la primera derrota de la temporada. Duro. Cruel. En el momento menos esperado, en el menos indicado.