El Real Oviedo Vetusta no frena su caída libre

Cuesta abajo y sin frenos. Así se encuentra el Real Oviedo Vetusta, que esta ha mañana ha sumado la tercera derrota consecutiva, lo que se traduce además en siete partidos sin ganar (seis derrotas y un empate). Y lo han hecho tras caer a domicilio ante el Real Valladolid Promesas (1-0), merced a un gol de los blanquivioletas en los últimos minutos.

El Vetusta salió con varias novedades en el once al terreno de juego, en comparación al último partido ante el Zamora en El Requexón. Jaime Álvarez buscaba la reacción de los suyos, pero finalmente sin fortuna. Y eso que los carbayones se mostraron cómodos en la primera mitad, gracias a la presión ejercida en la salida de balón del rival.

En el primer acto, las ocasiones más claras fueron para los azules. Lucas Laso, Lucas Pariente e Izan disfrutaron de las acciones de mayor peligro, pero sin fortuna. Del conjunto pucelano solamente destacar un remate al larguero de Arroyo, pero sin consecuencias.

La segunda parte ya fue otra cosa. El Valladolid Promesas se desperezó del letargo de la primera mitad, y empezó a mejorar su juego. Aunque sin ocasiones claras, los pucelanos comenzaron a maniatar a los azules, más imprecisos que en la primera parte.

Así todo, el Vetusta tuvo la suya. En el minuto 77, Miguel Cuesta probó suerte desde lejos con un gran golpeo, pero su disparo pasó rozando la escuadra. No contaban los azules con lo que estaba por venir. En el minuto 88, un buen centro lateral de Iker Pérez fue directo a la cabeza de Fran Rivera, que con un buen movimiento batió a Marco para transformar el gol de la victoria.

Duro golpe para el Vetusta, al que no pudo contrarrestar en lo que quedaba de partido. Un disparo lejano de Enol Rodríguez entre palos puso en apuros al meta local para enviar a saque de esquina. Tras esta derrota, los azules son colistas de la clasificación tras la victoria del Polvorín en Ganzábal ante el Langreo. El próximo partido del filial oviedista será el 20 de noviembre ante el Guijuelo en El Requexón.