El Sporting cumple con la lógica ante un muy digno Ceares

La fiesta del fútbol gijonés terminó con victoria dual. El Sporting, en lo deportivo y el Ceares en el resto. El pase de ronda fue para el conjunto visitante, que esta noche fue el cuadro de David Gallego que volvió a sentirse superior a alguien más de un mes después. El Ceares, por su parte, notó la sensación de tocar con los dedos el fútbol de las estrellas, aunque bien seguro hubieran preferido jugar el encuentro en el barro de La Cruz. Un gol de César García en la primera parte decantó la balanza para el cuadro rojiblanco en un partido en el que no llegó a sufrir y en el que Mariño fue un espectador más entre los cerca de 7000 espectadores que se dieron cita en El Molinón. 

Pese a recuperar a Djuka, Gallego salió sin delantero puro ante el Ceares. Con Gaspar Campos, actuando de falso nueve, arrancó el asedio a la portería teyera. Como se podía intuir sobre el papel, el dominio inicial fue para el cuadro visitante en El Molinón, que hoy era el Sporting. Sin mucho ritmo de partido, el balón era para el cuadro de Gallego que observaba el devenir del encuentro desde la banda. En su paralela, un ilusionado Pablo Busto que comandaba una línea defensiva infinita. Una maraña de jugadores vestidos de rojo y azul complicaba a los jugadores con más fútbol del Sporting, como Villalba o Nacho Méndez. Ante la complicación para entrar, casi entra de la mano de la defensa del Ceares. Un envío desde la banda derecha de Nacho Méndez tocó en Edu García y terminó en el larguero. Primer susto para la parroquia cearista que se congregó en masa en el Fondo Norte de El Molinón. 

Con un ritmo lento, se fueron consumiendo los minutos de la primera parte con el Sporting amasando el balón, sin sensación de peligro sobre la portería de Kike. En el otro área, Mariño era un espectador más del partido, apenas llegó a sudar la indumentaria en el desarrollo de los primeros 45 minutos. Con acciones a balón parado, se animaron los de Gallego. Primero, la rozó Berrocal. Después, la encontró César. Desde el córner la puso Fran Villalba para encontrar la cabeza de César quien, con un buen giro de cuello, puso el balón imposible para Kike. Tuvo que llegar la Copa para que el balón parado a favor funcionara. Desde el gol al descanso, las ocasiones fueron locales. Dos disparos lejanos del Ceares que mantuvieron la nula relación de Mariño con el balón en la primera parte. 

Sin cambios en el segundo acto, el guion le dio un plus más al equipo visitante. El Sporting, aunque conducía con el freno de mano echado, controlaba el devenir del encuentro sin sufrir ante los pequeños intentos del equipo de Pablo Busto. En el frente de ataque, buscó de nuevo el premio el equipo de Gallego por arriba con sendos remates de cabeza de Puma y Gaspar. Se animaba el Sporting, pero sin acierto. Más sensación que realidad. En busca de abrir trecho en el luminoso, llamó Gallego a Berto y a Aitor García. El de Gibraleón fue el encargado de agitar el ambiente. Un tiro con el interior de la bota se encontró con el larguero. Mismo destino que un gran disparo de Gaspar, que también se topó con el palo horizontal.  

Buscó el Sporting hacer más daño y el Ceares evitarlo. Le faltaron fuerzas arriba a los de La Cruz para provocar un susto a la afición rojiblanca congregada en la Tribuna Oeste. Con el resultado final, la afición del Sporting y la del Ceares se fueron satisfechas camino de casa. La rojiblanca, por el pase y por volver a ganar más de un mes después. La teyera, por la sensación de sentirse grande. La fiesta del fútbol gijonés dejó a ambos felices. Quizás más al Sporting y a David Gallego que, aunque no sume tres puntos esta noche, recupera la sensación de volver a ser superior a alguien.