Esto ya es insostenible

Desterrado en las Islas Canarias. Un Sporting de Gijón sin hambre volvió a caer una semana más y los puestos de descenso están ya más cerca que los de promoción. Los de Gallego no fueron capaces de inquietar la portería de Raúl Fernández y, a pesar de mostrarse sólidos en defensa, pecaron de falta de fortuna en las acciones puntuales. Una jugada desafortunada terminó con el tanto de Benito que desmontó el guion defensivo del técnico rojiblanco. Dos puntos de 27 es un balance que se hace insostenible para un equipo que aspira a estar arriba cuando acabe la temporada. 

Sin Djuka en el once, arrancó llevando peligro el Sporting. A la espalda de Lemos, veía espacio el equipo rojiblanco en las botas del Puma Rodríguez. El panameño encontró a Gaspar en la frontal, que disparó a los guantes de Raúl Fernández. Fue el preludio de una primera parte de claro color amarillo. Las Palmas llevó el criterio del juego ante un Sporting que aguantaba bien replegado, sin apenas sufrir en labores defensivos. Más allá de errores de desconexión puntuales, uno de Berrocal grotesco cogiendo el balón con la mano sin que el esférico hubiera salido, el equipo de Gallego aguantaba bien formado las acometidas del equipo canario. 

En la recta final de la primera parte, se precipitaron los acontecimientos en la portería rojiblanca. El mayor susto llegó en forma de gol. Una jugada de córner terminó en las botas de Loiodice, que remató a los guantes de Diego Mariño. El gallego no pudo atrapar y se introdujo el balón en su portería. Se le aparecieron los santos al lucense cuando el colegiado alzó la mano decretando fuera de juego de Jonathan Viera en la trayectoria del balón. El VAR ratificó la acción y el Sporting cogió aire. Aunque cerca estuvo de quitárselo de nuevo Las Palmas a balón parado. Una falta desde la frontal botada por Viera obligó a Mariño, ahora sí, a realizar una buena intervención con la colaboración del larguero. Con el susto en el cuerpo, jugadores a vestuarios. 

El paso por la ducha no cambió el símbolo del partido. La sensación de peligro era canaria, con un Sporting que, cual gato panza arriba, se defendía de las llegadas de Las Palmas. Buscó algo arriba el Sporting con un disparo de Berto, pero poco más. El peligro estaba en el lado contrario. De nuevo a balón parado, probó fortuna Jonathan Viera con una falta directa que se marchó rozando el palo. La siguiente sería más clara todavía. Alvaro Lemos bailó a Kravets, disparó y Mariño lo mandó al larguero. El rechace terminó en una rocambolesca jugada dentro del área que terminó con Berrocal sacando el balón bajo palos. Se veía venir el desastre y la fortuna hizo el resto. Benito, con la colaboración inesperada del central jerezano del Sporting, marcó el gol canario para poner más tierra sobre el féretro rojiblanco. 

Tras el gol, con Djuka ya en el campo, no tuvo el Sporting la sensación de asediar. Con mucha posesión alejada del área, los rojiblancos buscaban el empate desde lejos. Tuvo una ocasión el montenegrino, con un mano a mano en el que pecó de falta de velocidad. En el otro área, Las Palmas no renunciaba al ataque, algo que podía dar alas al equipo rojiblanco. Pero no era el día. La fortuna, esquiva en el gol local, volvía a darle la espalda al Sporting en la última del partido. Una falta bien botada por Kravets terminó en el larguero sin que Gragera pudiera remachar el empate. Nueva derrota rojiblanca y ya van nueve jornadas sin conocer lo que es ganar. En las islas, el Sporting se desterró.