La Crónica: El mejor Sporting de la temporada olvida las penas

Necesitaba un analgesico el Sporting de Gijón para olvidar lo vivido en Granada. Y se tomó una buena ración ante el Eibar en El Molinón. La mejor versión del Sporting apareció cuando más lo necesitaba. Después del duro golpe del jueves ante el Granada, se levantó de la mejor manera el equipo de Abelardo para sumar tres convincentes puntos. Pedro Díaz, uno de los mejores rojiblancos, anotó el primero en la primera parte y Cristo González completó una noche redonda con un gol de calidad infinita. Esto sí que es pasar página. 

A pesar del traspiés granadino, Abelardo volvió a repetir el trivote en el centro del campo. Las novedades llegaron en la defensa, con tres cambios con respecto al último partido. Cote y Guille Rosas volvieron a ser titulares en el Sporting varias citas después, por motivos diferentes. Empezó bien el Sporting el partido, siendo protagonista de las primeras llegadas por medio de Djuka y Zarfino. El inicio fulgurante rojiblanco lo contrarrestó bien el Eibar con el control en el centro del campo. 

El dominio armero era de sensación, no de ocasiones. Esas las comenzó a producir el Sporting con apariciones desde el balón parado. Cerca estuvo Djuka de cazar un buen córner botado por Pedro Díaz, pero el balón se enredó en una selva de piernas. El que no es capaz de atorarse es el de Siero. Confió más que nadie en una pelota que no tenía dueño y se la apropió sin preguntar. Ese descaro le llevó a meterse en el área y disparar al palo largo para estrenarse esta temporada. Un centrocampista que tiene gol y que entiende esto como nadie. 

El sierense estaba de dulce y el Sporting lo aprovechó para quitarle el dominio e igualar el partido en cuanto a intensidad al Eibar. El centro del campo se equilibró y el '8' tomó el timón rojiblanco. También rayó a un buen nivel Guille Rosas, un jugador al que se le vieron las ganas de reivindicarse tras unas jornadas de reflexión en la banca. Sin ocasiones claras, el partido se encaminó al vestuarios con la sensación de que el Sporting sabía a lo que jugaba y que lo de Granada se quedaba en el olvido. 

Tras un paso por el túnel de vestuarios sin variaciones, los primeros arreones también fueron del Sporting. De la mano de un intenso Rosas llegó una clarísima. Otero llegó a línea de fondo ante la salida de Yoel y se la regaló a Djuka. El montenegrino, sin portero al acecho, la tiró fuera. Incomprensible. También la erró Queipo con todo a favor, aunque estaba invalidada la acción. Sin duda, los mejores momentos del partido, quizás de la temporada, para el Sporting de Gijón. La presión fue más que intensa y el Eibar era incapaz de salir de su campo con el balón. Guille Rosas estaba en modo superior. 

Un triple cambio de Garitano desperezó al equipo vasco que asustaba por primera vez a Mariño. Intentó calmar el susto Zarfino, pero tomó el camino de sus compañeros. En la frontal del área pequeño, se la sirvió Djuka al uruguayo que, sin oposición, la mandó fuera. El mismo camino tomó el balón de Bautista en un balón parado en el que se le escapó la marca a Cali Izquierdoz. 

A diez minutos del final, el Eibar se volcó a la desesperada para no marcharse de vacío de El Molinón. Se encargó de confirmarlo una obra de arte. La firma del artista fue Cristo González. Recortó el canario con clase a todo aquel que le salió al paso. Defensa al suelo. Portero al suelo. Y sin espacio posible, la ajustó tanto al palo que dio en el otro. Un tanto de bella factura y de respiro para cerrar los tres puntos. Gran partido del Sporting que se encargó de pasar página.