La crónica: El Oviedo golea y disfruta 

El Real Oviedo sigue de dulce y demostrando que desde la llegada de Luis Carrión están para luchar por otros objetivos. El conjunto azul consiguió una victoria de mérito ante el Albacete, que se quedó con uno menos al filo del descanso y que lo pagó caro en la segunda parte, recibiendo tres goles del cuadro carbayón. Y mientras continúa creciendo la producción ofensiva, la defensiva sigue su buen hacer: es ya la tercera jornada consecutiva sin recibir. 

Carrión solo introdujo una novedad respecto al once de las jornadas anteriores. Sebas Moyano volvió a salir de inicio en detrimento de un Paulino que estuvo con molestias al principio de la semana. La alineación completa estuvo formada por Leo Román, Luengo, David Costas, Dani Calvo, Abel Bretones, Luismi, Colombatto, Viti, Moyano, Seoane y Borja Bastón. 

Empezó muy enérgico el conjunto azul, consiguiendo dos saques de esquina en los primeros instantes de juego. Y tras el segundo, el balón le cayó en el punto de penalti a Luismi, que completamente solo pegó un zapatazo que se estrelló en el larguero. Avisaba el Oviedo, que había empezado mordiendo al rival, aunque lo que nadie se esperaba es que esa fuese la última acción de peligro del conjunto azul en la primera parte. 

Poco a poco el Albacete fue sacudiéndose ese dominio inicial y combinaba muy bien hasta la zona de ¾. El conjunto azul comenzó a tener varias pérdidas absurdas en campo propio y el cuadro manchego avanzó metros, aunque sin rondar la meta de Leo Román. Y como no eran capaces de pisar área, probaron fortuna desde lejos. Riki lo intentó desde fuera del área, pero su remate se fue desviado. 

Y en una de esas acciones poco precisas por parte del Oviedo, el Albacete recuperó el balón y consiguió una falta muy peligrosa en la frontal del área. Quiles se la pidió y su disparo se fue rozando el palo de la portería de Leo Román. Los de Carrión pedían a gritos el descanso, pero justo antes se produjo una de esas acciones que cambian el devenir de los encuentros. Álvaro Rodríguez entró a destiempo y vio la segunda cartulina amarilla, dejando a los suyos con un hombre menos durante toda la segunda parte.

Y tras el descanso el Oviedo se convirtió en un ciclón. El conjunto azul aprovechó el balón parado para adelantarse. Colombatto volvió a demostrar su gran pie y colgó un gran balón al área que encontró un rematador inesperado: Paulino de la Fuente, que definió como un delantero centro para adelantar a los suyos. 

Y poco después llegaría el segundo tanto, nuevamente a través del balón parado. Colombatto colgó el balón al área, Costas remató al larguero y Borja Bastón estuvo muy listo para empujar el rechace hacia dentro. Rugía el Tartiere, que veía como los suyos dejaban tocado al Albacete en apenas 10 minutos. 

El conjunto azul estaba desatado y quería anotar todos los goles que le faltaron en los últimos meses. En el 63’, Abel Bretones avanzó metros, se la cedió a la banda izquierda a Seoane que puso un gran balón al segundo palo, donde apareció nuevamente Paulino para sentenciar el encuentro y hacer estallar la grada con el 3-0. 

Paulino siguió haciendo diabluras y buscó su hat trick particular, pero su disparo desde lejos se fue cerca del poste de la meta del Albacete. El conjunto manchego estaba tocado y hundido y Carrión aprovechó para seguir refrescando a los carbayones y dio entrada, entre otros, a Víctor Camarasa, que regresaba al Carlos Tartiere tras su parón por salud mental y el feudo azul le recompensó con una gran ovación. 

Y en los últimos minutos el Albacete buscó su gol con insistencia y merodeó la portería de Leo Román, con varios disparos peligrosos. Finalmente, el electrónico no se movió, el Oviedo consiguió una nueva victoria y dejó su portería a cero por tercer encuentro consecutivo.