La Crónica: El primer Sporting de 'MAR' se tira de la Copa del Rey

No tuvo el estreno deseado Miguel Ángel Ramírez al frente del banquillo del Sporting de Gijón. El entrenador canario salió goleado de su primer compromiso con el equipo rojiblanco ante un Valencia más que superior que pasó por encima de un endeble cuadro rojiblanco. Salió con trivote y terminó con defensa de cinco el nuevo técnico del Sporting en un Molinón que despidió al equipo con pitos. El inicio, ni mucho menos el deseado. 

La valentía del Sporting duró unos minutos. Lo que tardó Insua en protagonizar una de las imágenes tontas de la tarde. Mariño le echó el balón a su espalda y el gallego se la regaló a Cavani. El uruguayo perdonó al Sporting. No lo haría unos minutos más tarde al aprovechar una pasividad de la defensa rojiblanca que permitió al Valencia campar a sus anchas hasta el área y regalarle el balón a Cavani para que abriera el marcador. 

Con el viento de cara, el equipo de Gattuso activó el modo apisonadora. Justin Kluivert hizo sangre en una contra que él manejó ante la dejadez rojiblanca para volver. Después de un córner a favor y varias jugadas más, el Sporting no regresó a defender. Lo hizo Guille Rosas que fue incapaz de detener al delantero holandés. Ante Mariño, picó el balón con la clase que le atesora. De casta le viene al galgo. Algo podría pegarse al delantero del Sporting. Djuka dispuso de un mano a mano pero Giorgi Mamardashvili rechazó un tiro al muñeco. El linier no dio validez a la acción que el VAR hubiera autorizado. Pese a eso, la definición del '23' estuvo a la altura del momento que atraviesa. Mal. 

Antes del descanso, llegó el tercer golpe. Cavani le puso el capote a Insua y el gallego entró al trapo. Sin oposición, colocó el balón en la escuadra izquierda de Mariño y ahondó en un estreno difícilmente empeorable para comenzar una etapa al frente del banquillo. Con una pitada en la despedida al descanso del público gijonés, se cerró la mitad de un miércoles que pintaba feo. 

Buscó frenar la sangría Miguel Ángel Ramírez recuperando la línea de cinco tan manida por Abelardo en sus últimos partidos. Pero ni con esas frenó al vendaval de Gattuso. La espalda de la defensa de cinco hizo aguas al igual que lo hizo la de cuatro. A los 20 minutos de la segunda parte, con el Sporting prácticamente bajando los brazos, Samu Lino aprovechó una rápida jugada en el área y batió a Mariño tras una gran jugada de Hugo Duro para sumar el cuarto en un doloroso marcador. 

Pudo ser más grande la herida porque Mariño lo evitó. El meta gallego salvó varios disparos francos del conjunto ché cuando los jugadores de refresco del Valencia avivaban el ansia ofensivo. Hugo Duro colocó la manita pero el colegiado anuló la acción por un justo fuera de juego. El final del partido despidió a los jugadores con protestas y la sensación de que la poca preparación del partido pasó demasiada factura a un equipo que necesita reacción. Ya de ya.