La Crónica: Este Sporting sí es un vendaval

Cuando media España sufre las inclemencias de Ciarán o de Domingos, el Sporting de Gijón sigue manteniendo su categoría de vendaval. Buenos aires de un equipo que luchó contra viento y marea para sumar una nueva victoria, encadenar la tercera consecutiva y situarse segundo en la tabla. Le sigue saliendo todo al equipo de Miguel Ángel Ramírez que venció al Villarreal B por un 0-3 algo engañoso pero igual de convincente. El Sporting, con rachas de euforia por el noroeste, es el vendaval de Segunda. 

Con tres centrales llamados a filas y con una alineación revolucionada se embarcó el Sporting en La Cerámica. Ya van 14 alineaciones en 14 jornadas ligueras. Con piezas nuevas, el Sporting mantuvo su inercia. Y a la primera. Sin tiempo para los que optaron para estirar la comida de dibujarse la escena de Castellón, la pizarra acertó. Y, de paso, falló la zaga amarilla. Cote amplió su recital de asistencias desde la esquina para que Juan Otero, ante la pasividad groguet, sumara uno más a su cuenta. Inicio inmejorable de la tarde. 

Pero no había nada hecho. El Villarreal B se encargaba de corroborarlo. Ontiveros sacó su talento para ubicar a Álex Forés entre los centrales y Yáñez. El delantero amarillo salvó la salida del catalán y su disparo relamió el palo. Un aviso local para demostrar la dificultad del partido pese al inicio feroz. El equipo de Miguel Álvarez tenía mucha movilidad pero nada de mordiente. Buena labor del Sporting a nivel defensivo para contener las llegadas. 

Le daba al equipo de Ramírez hasta para asomarse más por la puerta de Morro. Lo hacía con un Gaspar muy móvil, dejando la banda para Cote. Por el otro sector, Guille Rosas también aterrizaba en campo rival. Sin llegadas claras. Más sensaciones que acciones. Esas llegarían en el otro área. Lekovic dejó la cara y la cruz. Con la cabeza la estampó contra el palo de Yáñez. El mismo cazó el rechace y dejó claras sus dotes ofensivas. Con el meta rojiblanco vencido, el central la mandó fuera para mayor susto de la afición rojiblanca. Fue el gran sobresalto de una primera parte más práctica que bonita. Aburrimiento pero puntos al fin y al cabo. 

Empezó la segunda parte calcada y pintada a la primera. El primer aviso fue desde la esquina con un córner de Cote. Otra vez defendió mal el Villarreal, otra vez llegó un delantero del Sporting solo al remate. Campuzano, pisando la línea del área pequeña, remató al centro directo a los guantes de Morro. Tras un leve arreón groguet, 'Campugol' se desquitó. Asistió Insua con dotes de centrocampista al delantero catalán. Otros años, el resultado de la acción quizá hubiera sido diferente. El momento de Campuzano con el gol sumó una nueva cita. Cuatro de cuatro. Un Sporting y un delantero en racha. 

Con el 0-2 y el viento de cara, el Sporting se desmelenó. El Villarreal B adelantó líneas y lo aprovechó para hacer más pupa. Christian Rivera afiló el pase para dejar a Cote en el camino al gol. El de Roces, que todavía no había marcado en Segunda, lo hizo como el que lleva haciéndolo toda la vida. Con el exterior, con arte. Hasta la celebración parecía extraña. El momento del Sporting da para frotarse los ojos. Victoria práctica y de mérito de un equipo que pasará la semana en segunda posición. Puesto de ascenso. Ni Ciarán, ni Domingos. Este Sporting sí que es un vendaval.