La Crónica: Un empate que no saca de pobre al Oviedo

El Real Oviedo recibía este lunes a Osasuna en el Carlos Tartiere, en la jornada 11 de LaLiga, con la necesidad de sumar tres puntos que le permitieran salir de los puestos de descenso y reencontrarse con su afición tras una semana complicada. El conjunto azul afrontaba el duelo con la intención de recuperar confianza ante un rival que también llegaba en apuros y con la mirada puesta en la zona de peligro de la clasificación.

Luis Carrión apostó por un once con Aarón Escandell en portería y una defensa de cuatro integrada por Nacho Vidal, David Costas, David Carmo y Javi López. En el centro del campo, el doble pivote lo formaron Santiago Colombatto y Leander Dendoncker, mientras que Alberto Reina ocupó la banda derecha e Ilyas Chaira la izquierda. En ataque, el técnico alineó una doble punta con Fede Viñas y Salomón Rondón como referencias ofensivas.

El partido comenzó con mucha intensidad en el Carlos Tartiere, con ambos equipos tratando de imponer su estilo desde el primer minuto. El Real Oviedo salió decidido a mandar y pronto dispuso de una ocasión inmejorable: Ilyas Chaira se plantó solo ante Sergio Herrera, pero el guardameta rojillo evitó el tanto con una parada providencial a bocajarro.

El conjunto azul mantuvo la iniciativa en los primeros compases y volvió a rozar el gol en el minuto cinco, cuando Javi López filtró un buen balón para Rondón, cuyo disparo se marchó alto. Poco después, un choque fortuito en el área propia dejó a Nacho Vidal conmocionado y el partido se detuvo durante varios minutos, lo que rompió el ritmo de juego.

Tras la reanudación, el encuentro se volvió muy trabado, con constantes faltas e interrupciones que impidieron ver continuidad. El Oviedo encontraba sus mejores opciones por el costado izquierdo, con Ilyas y Javi López muy activos, cargando el área con centros hacia Viñas y Rondón, aunque sin acierto en el remate final.

Osasuna, por su parte, buscó su peligro a través de transiciones rápidas, aprovechando la velocidad de Víctor Muñoz y las referencias ofensivas de Raúl García y Budimir. Precisamente el delantero croata dispuso de la mejor ocasión navarra en el minuto 27, con un remate dentro del área que Aarón Escandell repelió con una gran intervención. El tramo final del primer tiempo fue espeso, con mucho balón parado y pocas llegadas, y el descanso llegó con el 0-0 inicial y la sensación de máxima igualdad.

La segunda parte comenzó sin cambios en el Real Oviedo, que trató de mantener la misma estructura y prolongar su dominio territorial. El encuentro, sin embargo, seguía sin un dueño claro. Ambos equipos mostraban prudencia, conscientes de que un error podía decidir el choque. El ritmo era alto, pero las áreas seguían sin peligro real.

Con el paso de los minutos, el partido se aceleró. El Oviedo ganó metros y comenzó a llegar con más frecuencia al área rival, especialmente en transiciones rápidas que involucraban a muchos jugadores, aunque sin acierto en la definición. En el minuto 68 llegó la ocasión más clara del encuentro: una gran jugada por la izquierda terminó con un centro medido que Fede Viñas, con todo a favor, envió por encima del larguero. Acto seguido, Ilyas Chaira dejó su sitio a Hassan en busca de más desborde.

Osasuna respondió de inmediato con una contra peligrosa, comandada por Abel Bretones, que puso a prueba a Aarón Escandell en el minuto 72 con un disparo que el guardameta detuvo con seguridad. El encuentro entró entonces en una fase de ida y vuelta, con ambos equipos intercambiando ataques y sin un dominador claro. En el minuto 81, Reina y Viñas fueron sustituidos por Ilic y el canterano Pablo Agudín, y pocos minutos después, Javi López, agotado, dejó su lugar a Rahim.

Pese a los cambios, el marcador no se movió. El Oviedo buscó con más insistencia en el tramo final, pero le faltó precisión en los últimos metros para romper la resistencia navarra. Osasuna, por su parte, defendió con orden y se conformó con el punto. Sin tiempo para más, el árbitro decretó el final de un encuentro intenso y equilibrado que deja al Oviedo con la sensación de haber merecido algo más, pero también con la necesidad de mejorar su eficacia ofensiva.