Carreño conquista su primer Masters 1000 en Montreal
El gijonés venció por 6-3, 3-6 y 3-6 al polaco Hubert Hurkacz en un duelo en el que el gijonés mostró su mejor tenis
ATP
Tras derrotar anoche a Daniel Evans, Pablo Carreño se enfrentaba esta noche a su primera final Masters 1000. Lo hacía frente al polaco Hubert Hurkacz, número 10 del mundo. Hurkacz, con más callo que el gijonés en este tipo de torneos, ya había ganado el Masters 1000 de Miami en 2021. Así todo, Carreño jugó con una madurez sorprendente, a pesar de comenzar mal el partido. Así todo, el gijonés venció por 6-3, 3-6 y 3-6.
Carreño empezó la final al resto. El gijonés no pudo hacer frente al buen saque de Hurkacz y empezó el enfrentamiento con el marcador en contra. Sin embargo, el asturiano se repuso y consiguió vencer su saque para igualar a juegos. Fue la tónica al comienzo del primer set, donde nadie cedía su saque, hasta el sexto parcial. El polaco consiguió romper el primer servicio del gijonés colocando el 4-2. Fue el momento en el que se abrió la primera brecha. A partir de ahí, Hurkacz se hizo fuerte y apenas tuvo oposición para alzarse con el primer set. 6-3.
La segunda manga comenzó con Carreño al servicio. El gijonés no cedió su saque y comenzó con ventaja el set. La amplió el asturiano después de romper, por primera vez en el partido, el saque de Hurkazc. Carreño se lo empezaba a creer y se hizo fuerte, de nuevo, con el saque. 0-3. A partir de ahí, ambos tenistas mantuvieron con éxito su servicio. De esta manera, Carreño le devolvió al polaco el 3-6 que este le endosó en la primera manga.
El tercer y definitivo set comenzó con Hurkacz al servicio, que no dio tregua en el primer parcial. Tampoco Carreño. Sin embargo, en el tercer juego Carreño se hizo grande y consiguió romper el saque del polaco, su segundo 'break' del partido, ante la desesperación Hurkacz que azotó la raqueta al suelo. De ello se aprovechó el gijonés para madurar el partido y jugar con confianza. Con el 3-5, a Hurkacz empezó a desquiciarse y cometió su primera doble falta. Carreño, con mucho aplomo, afiló el colmillo para hincar el diente en un 'match ball' que no desaprovechó. De esta manera, el gijonés conquista su primer Masters 1000 en Montreal y se coloca 14 del mundo.
