El Real Oviedo se reencuentra con tres viejos conocidos
Borja Valle y Alfredo Ortuño, ambos con pasado azul, son dos de las principales amenazas del fútbol ofensivo del Cartagena. Además, también tienen a Miguel Llambrich
Fueron muchos los goles que la afición del Real Oviedo celebró de Borja Valle y Alfredo Ortuño y, para el partido de mañana, son la principal amenaza del cuadro blanquinegro. En concreto, desde que Luis Carrión apuesta por Borja Valle, el Cartagena ha conseguido frenar su sequía de goles y, tras la exhibición de Ipurúa, también de victorias.
El de Ponferrada se ha convertido en el referente ofensivo en los últimos encuentros. Así pues, se ha medido a la Unión Deportiva Ibiza, al Levante y a la Sociedad Deportiva Eibar. En esos encuentros, sumó un total de tres tantos por lo que, teniendo en consideración los dos que hizo en el primer tramo de la competición, se convierte en el tercer máximo artillero del equipo, por detrás de Sadiku que lleva 7 y Ortuño que alcanzó los 6.
El del Bierzo jugó en el Carlos Tartiere en el partido de la primera vuelta en un encuentro en el que los de Murcia apabullaron al equipo asturiano. Borja Valle siempre ha reconocido su cariño al conjunto azul, pero lo cierto es que en ese encuentro recibió algún tímido silbido de un sector de la grada que le afea las formas con las que salió de la entidad. Por otra parte, Alfredo Ortuño no pudo participar en ese encuentro al sufrir por aquel entonces una rotura de fibras que le tuvo alejado de los terrenos de juego varias semanas.
Por aquella fecha, también pertenecía al equipo Sergio Tejera, un centrocampista que vistió recientemente la zamarra carbayona. Sin embargo, también tenía problemas físicos. Salió en el mercado de invierno rumbo al Anorthosis Famagusta. En cualquier caso, el número de ex del Real Oviedo no disminuye porque el pasado mes de enero se incorporó Miguel Llambrich. El lateral derecho, lastrado por las lesiones y condicionado por el gran rendimiento de Lucas, recaló en el Cartagena con el fin de tener más minutos. En su etapa en la capital asturiana pasó prácticamente desapercibido.