El Real Oviedo ya no sueña en grande
La derrota del último domingo disipa cualquier esperanza, tanto dentro del club como en la grada, de confiar en colarse entre los seis primeros de la tabla
A veces las ilusiones distorsionan la realidad. Pensar que el Real Oviedo se podía meter en 'play off' era como mínimo optimista. Hacerlo antes del encuentro del Burgos era una cuestión de fe porque ni un solo número avalaba esa tesis. Hacerlo ahora, es un oxímoron.
Solo hace falta escuchar las tertulias improvisadas que son los bares. Del "todavía queda mucho", al "ojo que todavía no nos metamos en un lío". Y posiblemente, si uno se aleja de las emociones que surgen a tenor de los resultados, seguramente, el cuadro asturiano esté entre ambas aguas, es decir, en tierra de nadie.
Desde el club siempre se apostó por la prudencia. Estaba prohibido hablar de promoción. Sin embargo, se negaba la mayor, pero luego había un mínimo atisbo para la ilusión. El propio Cervera afirmó que si se ganaban tres partidos seguidos, "todo podía pasar". También advirtió de lo que ocurriría si lo que se encadenasen fuesen derrotas. Y, a día de hoy, los esfuerzos pasan por evitar este segundo escenario.
El Real Oviedo no ha podido superar el lastre de puntos de principios de temporada. Cuando Cervera llegó, el equipo estaba en descenso. Tras una buena reacción, se distanció de los números rojos. Tal vez por este motivo a día de hoy no se valore tanto la situación como se deba, pero hacerlo es el primer paso para evitar mayores frustraciones. En los últimos encuentros el ritmo de puntuación desde que dirige al equipo el ex del Cádiz ha disminuido. En cualquier caso, todavía tiene seis puntos más respecto a quien marca el descenso. Se trata de una diferencia lo suficientemente amplia como para mantener la calma, pero sin dormirse.
La distancia respecto al 'play off' es la máxima de toda la temporada. Paradójicamente, el Oviedo está más lejos ahora que cuando se cesó a Bolo, aunque el rendimiento de ambos entrenadores no ofrezca comparación alguna. Los azules ya están a once puntos, aunque quizás esto sea lo mejor para centrarse en lo más importante: no dejarse ir y terminar completando una temporada que, viendo como se desarrolló hasta la fecha, pudo ser peor.