Entre risas y medio en serio, Rubén Albés pide más tope salarial para el Sporting

Tomando con referencia los últimos veranos, el techo de gasto en la plantilla rojiblanca está yendo a la baja

Imagen
Rubén Albés
David Guerra, Rubén Albés, Gerardo García y Joaquín Alonso.
Mar, 25/06/2024 - 17:18

El Sporting de Gijón no puede aventurar a estas alturas cuál será el tope salarial que le marcará LaLiga para iniciar esta temporada. El indicador será fundamental para operar en este mercado de jugadores, que de momento ya se traduce en el fichaje de Jesús Bernal y en las conversaciones abiertas para incorporar a Jordy Caicedo.

Para poner en contexto, la entidad asturiana ha visto reducido su tope salarial en los dos últimos veranos. En el primero de ellos sufrió un descenso de alrededor de 1,2 millones de euros, pasando de los 9,7 de septiembre de 2021 a los 8,5 a esas mismas alturas de 2022. Un verano, el de la llegada del Grupo Orlegi, en el que se produjo una importante ampliación de capital y la venta de Manu García.

12 meses después, una vez ya realizada traspaso de Pedro Díaz, tiempo antes el de Gragera y tras una campaña de abonados muy positiva, el conjunto gijonés vio de nuevo reducido su techo de gasto para el primer equipo. Otro medio millón de euros menos, tomando como referencia septiembre de 2022, estableciendo LaLiga un tope de 8,091 millones de euros. Su máximo fue el noveno más alto de la categoría.

En esta ocasión, sin ventas cercanas a la vista, el Sporting cuenta con el impulso de la recaudación extraordinaria que ha obtenido esta temporada. Parte de ellos ya se vieron reflejados en la actualización de febrero, pero otros tantos no. Por ejemplo, los ingresos por taquilla en la visita del Racing de Santander a finales de marzo y, sobre todo, la ida del play off ayudarán a poder elevar el gasto. También la quinta posición en la tabla, lo que se traduce en un incremento considerable respecto a la posición 17 que ocupó en el curso 22-23.

"Yo también estoy muy contento y, además, espero que el límite salarial sea un poco más alto”, dijo en un tono informal y bromista Rubén Albés, cuando el presidente ejecutivo fue cuestionado por ello. “Está en constante evolución. Hasta que no acabe el verano no vamos a saber la cifra exacta. Lo que tenemos claro es que tendremos un buen equipo, competitivo, y a la altura del entrenador que hemos traído”, había respondido el presidente Guerra.

En broma o medio en serio, lo que está claro es que Rubén Albés necesitará una plantilla de nivel para, tal y como él mismo expresó, estar “en disposición de pelear por el ascenso”. Un mayor gasto en la plantilla no es sinónimo de éxito garantizado, pero evidentemente sí lo acerca. Al contrario, contar con menos recursos tampoco es señal inequívoca de la imposibilidad de conseguir el ascenso, aunque indudablemente sí lo dificulta. En septiembre se sabrá si el tope vuelve a bajar o cambia al alza. Antes, de aquí al final del mercado, se podrá intuir en función de los fichajes que lleguen.