GP de Arabia Saudí: Hamilton pone al rojo vivo el Mundial

Máxima tensión entre Verstappen y Hamilton. Con el título en juego y el añadido de un circuito propicio a que hubiera incidentes, los dos pilotos nos brindaron una carrera llena de sobresaltos, que a la postre sirvió para que lleguen empatados a 369,5 puntos a la última carrera del próximo fin de semana en Abu Dabi.

El inglés consiguió su octava victoria en este Mundial, y lidió con las dificultades y la actitud antideportiva mostrada por el holandés sobre la pista. El de Red Bull, que acabó en segunda posición, fue sancionado con 10 segundos por un "brake test" delante de Hamilton y estuvo al borde de la bandera negra.

Fernando Alonso, a pesar de una buena salida adelantando tres posiciones, no tuvo su día. La decisión de entrar a cambiar neumáticos en la primera bandera roja y un trompo dejaron al asturiano en decimotercer lugar. No se fue satisfecho consigo mismo. Ahora toca pensar en la última carrera de este campeonato, que debe servir como puesta a punto para la siguiente temporada. El piloto de Alpine espera que con un nuevo reglamento, pueda pelear por objetivos más ambiciosos.

Sainz acabó octavo en una carrera que demostró tener más ritmo que el resultado final conseguido. Los errores en la clasificación y sin goma en las últimas vueltas por un cambio demasiado temprano aprovechando una bandera roja, dejaron al madrileño lejos de un podio que pudo haber sido posible. 

El domingo se resolverá el campeonato. Si ninguno de los candidatos al título acaba la carrera, Verstappen sería el campeón por mayor número de victorias. Esperemos que se decida en buena lid y no en la primera curva, como ya sucedió en otras ocasiones. El holandés, que tiene talento y velocidad a raudales, debe centrarse más en correr y menos en rebasar los límites del reglamento.