La nueva tarea pendiente de Miguel Ángel Ramírez

Una evolución constatada. Miguel Ángel Ramírez está demostrando en esta segunda temporada al frente del Sporting de Gijón ser un entrenador mucho más hecho a la Segunda división. La categoría de plata, peculiar como ninguna, fue un serio peaje al técnico canario en su aterrizaje. Meses después, la idea del técnico se ha reformulado, afianzando en una defensa sólida la racha de buenos resultados. Ese punto se ha resquebrajado en los dos últimos partidos. 

Cinco goles recibidos en las dos últimas jornadas han sido un duro correctivo para el Sporting. El conjunto gijonés ha encajado 11 goles en esta temporada y algo menos de la mitad han sido ante Racing de Santander y Zaragoza. Dos partidos en los que la solidez mostrada semanas atrás no pareció tan firme. En El Sardinero, los rojiblancos cometieron errores graves en defensa que facilitaron los goles del equipo de José Alberto. Algo similar pasó con el primer tanto del Zaragoza, tras una pérdida en campo propio. El segundo gol maño llega tras un desajuste defensivo por banda. 

Miguel Ángel Ramírez buscará volver a dar con la tecla adecuada para introducirse en el segundo tercio de campeonato. La solidez defensiva del Sporting, con cinco porterías a cero desde el comienzo de la temporada, ha sido una de las claves del buen momento de resultados vivido por los asturianos y que le permitió meter la cabeza en la promoción. Dos borrones han dejado al Sporting en novena posición, a un solo punto de la zona de playoff. 

Para recobrar la fiabilidad atrás, Ramírez podría volver a apostar por la defensa que tanto rédito le dio. Ya recuperó la pareja de centrales formada por Pablo Insua y Róber Pier ante el Zaragoza, pero no pudo completar su línea predilecta ante la ausencia de Álex Pascanu. El rumano será uno de los futbolistas a seguir durante la semana tras perderse el último partido liguero. Cuatro entrenamientos por delante y una decisión que tomar. Tampoco se quieren correr riesgos con él. Un caso similar de prevención al que ya se vivió con Juan Otero o con Pablo García. 

Pero le urge al Sporting recobrar su fiabilidad. "No me preocupa la fiabilidad defensiva. Me preocuparía que el rival me estuviera llegando una y otra vez. Vamos a intentar poner solución para ser mucho más sólidos en defensa", decía Ramírez al término del partido ante el Zaragoza. No le preocupa, pero sí le ocupa. Una frase muy usada por Miguel Ángel Ramírez y que refleja la necesidad rojiblanca de volver a construir su muro.