Las claves para continuar el crecimiento del Sporting
Ramírez, que asegura que su equipo aún tiene mucho margen de mejora, no ha repetido alineación durante dos jornadas consecutivas
Decía Miguel Ángel Ramírez que la de la última jornada había sido la primera vez que había tenido que hacer un descarte por decisión técnica. El entrenador 'celebraba' el buen estado físico de sus jugadores y la amplitud de la plantilla del Sporting de Gijón. Las 25 fichas del primer equipo están cubiertas, a ellos se suma Enol Coto, y la gran mayoría ha demostrado tener nivel para ser titulares.
El Sporting se está caracterizando por su solidez defensiva y, a su vez, por las dificultades para generar ocasiones de gol. No todo está siendo perfecto, ni mucho menos, pero los resultados están siendo positivos. Ramírez está muy satisfecho por la actitud de sus jugadores, por el orden sobre el terreno de juego y la capacidad de concentración. En los dos últimos encuentros el nivel defensivo ha sido notable. Por contra, también son evidentes los aspectos que se pueden mejorar.
Dejando a un lado la posición de Pascanu y la suplencia de Guille Rosas con el 4-4-2, al Sporting aún le faltan un par de piezas que todavía no ha podido engrasar. Por diferentes motivos, Fran Villalba y Roque Mesa todavía no han sido decisivos. Jugadores que por sus condiciones deberían ser muy productivos para atacar el área rival.
En esa línea, jugadores como Djuka o, sobre todo, Hassan sí han tenido presencia y no mucho acierto. Ramírez admite que el extremo francés es un caso muy particular. Tiene habilidades muy cotizadas y singulares en la categoría, pero no es capaz de amortizarlas. El entrenador, que ya ha tenido antecedentes prometedores con jóvenes jugadores, se ha marcado el objetivo de pulir el talento que se le intuye.
Otro reto es el de recuperar un mejor rendimiento de Uros Djurdjevic. Que repita una temporada de más de 20 goles puede ser una aspiración demasiado atrevida, pero otra cosa es perseguir el término medio. Ni el del curso pasado y, si no es posible, tampoco el de la 20-21. La aportación del serbio es básica. Más si cabe tras la no llegada de un delantero en el pasado mercado de fichajes.
Por otra parte, apuntando ya hacia lo colectivo, el crecimiento del Sporting también pasa por su comportamiento lejos de El Molinón. El punto sumado en el Carlos Tartiere no es suficiente. Puede ser un espejo en cuanto a la actitud defensiva, pero todo lo contrario en relación con el volumen ofensivo. Le falta confianza al Sporting cuando juega a domicilio, carece de ambición. Ahora, con el impulso de la última victoria, pondrá de nuevo a prueba su evolución. El sábado se enfrenta al Andorra y el domingo 1 de octubre contra el Huesca. Los dos a domicilio.