Los antecedentes lo avalan: La reacción del Oviedo no se hace esperar 

Tras un inicio de año idílico, el Real Oviedo se dio de bruces con la realidad de la Segunda División, una categoría que no perdona a nadie y que siempre se caracteriza por su igualdad. Las dos derrotas consecutivas de los azules han hecho daño, sobre todo porque en apenas dos semanas el equipo ha pasado de dormir líder a colocarse en la sexta plaza, pero aún resta mucha campaña por delante para volver a acechar esos puestos de ascenso directo. Y por los precedentes a lo largo de esta campaña, la reacción positiva del equipo no se hace esperar en los momentos más complicados. 

Es la tercera vez en la temporada que el equipo enlaza dos derrotas consecutivas y en las dos ocasiones anteriores los de Javi Calleja se levantaron con contundencia. La primera sucedió tras caer derrotados ante el Racing de Santander y el Sporting de Gijón, ambos por 3-1. Un inicio dubitativo que el Oviedo logró reconducir durante las siguientes semanas enlazando siete encuentros consecutivos sin perder y colocándose en la cuarta posición. Una jornada después perdieron ante el Cádiz, pero esa buena racha les sirvió para unirse a la pelea de la zona alta y nunca más volvieron a salir de ella. 

Meses más tarde, el equipo logró acceder a la segunda posición que, sin embargo, les duró muy poco. Tras alcanzarla, el Oviedo volvió a sufrir dos derrotas consecutivas, esta vez ante el Elche (4-0) y Huesca (0-3) que hicieron saltar las alarmas. Y, de nuevo, la reacción fue muy positiva. A esos partidos les sucedieron tres victorias consecutivas ante Racing de Ferrol, Granada y Zaragoza y una racha en la que el equipo solo sufrió una derrota en 11 encuentros, en el traspiés del último duelo del año ante el Córdoba (2-3). 

Volver a ocupar la segunda plaza no le sentó bien al Oviedo tras su victoria ante el Burgos. Invictos hasta ese momento, el Deportivo de la Coruña y el Mirandés han vuelto a encender las alarmas. Y en apenas tres días el Elche visita el Carlos Tartiere. La reacción del equipo siempre ha sido positiva en los momentos de mayor necesidad y en esta ocasión no va a ser menos en un partido crucial en la lucha por el ascenso directo. Pase lo que pase no será definitivo, pero sí que podría marcar un antes y un después en los objetivos del club en estos últimos meses de competición. Por ello, Javi Calleja apela a la personalidad del vestuario para sacarlo adelante. "La madurez de un equipo reside en ser capaz de tener la cabeza fría. No podemos volvernos locos ni marearnos. El equipo tiene que ser inteligente para saber gestionar esto y que no nos pese el derrotismo en momentos así", explicó tras el partido ante el Deportivo.