Aarón Escandell, el sostén silencioso del Real Oviedo

En un Real Oviedo que sigue buscando estabilidad en el juego y regularidad en los resultados, hay una figura que se mantiene firme por encima de los altibajos: Aarón Escandell. El guardameta valenciano está firmando su mejor tramo desde que llegó al club y se ha convertido, jornada a jornada, en un argumento imprescindible para que el equipo compita hasta el final. Su rendimiento ha alcanzado tal nivel que, a día de hoy, es el portero que más paradas realiza de toda Europa, una estadística que refleja, al mismo tiempo, tanto su estado de forma como las dificultades que sufre el equipo en fase defensiva.

Ante Osasuna volvió a demostrar su fiabilidad con una intervención decisiva: un remate franco de Budimir dentro del área que resolvió con reflejos felinos, en la que fue la mejor ocasión del conjunto navarro en el Carlos Tartiere. Una acción que mantuvo vivo al Oviedo y que se suma a una larga lista de paradas determinantes en la temporada.

Su actuación en Montilivi también sobresalió. Pese a encajar tres goles —dos de penalti y un golazo imposible de detener—, Escandell sostuvo al equipo con intervenciones que evitaron un marcador mucho más amplio. Y en San Mamés firmó una de sus mejores primeras partes de la temporada, abortando hasta tres situaciones claras del Athletic cuando el partido amenazaba con romperse demasiado pronto. Nada pudo hacer, sin embargo, en el tanto de Nico Williams.

Los datos dan aún más valor a su rendimiento. Escandell acumula 64 paradas en 12 jornadas, una media de 5,33 por encuentro, cifras de élite que explican por qué lidera Europa en intervenciones. De ellas, el 71,88% llegan en acciones dentro del área, donde la exigencia es máxima. Ha detenido 1 de los 3 penaltis que ha afrontado, suma dos porterías a cero y ha realizado 20 despejes en situaciones de máximo riesgo. Un volumen de trabajo altísimo que retrata mejor que nada su impacto en este inicio de temporada.

Más allá de sus paradas, su influencia se nota en la sensación de seguridad que transmite. Escandell controla el área en los centros laterales, corrige bien cuando la defensa se hunde y posee un gran juego de pies, algo esencial para ofrecer soluciones en corto y en largo cuando el rival presiona alto. En un equipo que necesita solidez en la base de la jugada, su fiabilidad técnica es un recurso de enorme valor.

Además, su liderazgo silencioso ha ganado peso: ordena, corrige y mantiene la concentración del equipo incluso en los momentos de mayor sufrimiento. Con el Oviedo peleando por salir del descenso y entrando en un tramo decisivo del calendario antes del parón navideño, tener una figura tan sólida bajo palos es un valor diferencial.

El Real Oviedo busca soluciones en varias zonas del campo, pero en la portería tiene una certeza absoluta. En un momento donde cada detalle importa, Aarón Escandell se ha convertido en una garantía imprescindible para sostener al equipo y mantenerlo con vida en cada partido.