Alberto Reina, el comodín silencioso de Paunovic

El Real Oviedo encontró en el pasado mercado estival un fichaje que pasó desapercibido para muchos, pero que empieza a marcar diferencias. Alberto Reina, procedente del CD Mirandés, aterrizó en el Tartiere sin grandes focos mediáticos, aunque con un aval importante: el de su exentrenador en el Ceuta, José Juan Romero, que ya había advertido que el Oviedo fichaba "sobre seguro" y que el jugador aún no había tocado techo.

La pretemporada confirmó esas sensaciones. Paunovic pudo comprobar de primera mano la versatilidad de un centrocampista capaz de rendir como pivote en la salida de balón, como interior con llegada o incluso como mediapunta. En todas esas posiciones ofreció rendimiento inmediato, consolidándose como un recurso multiusos en la sala de máquinas azul.

El inicio de la temporada reflejó esa confianza. Reina fue titular en la primera jornada en Villarreal y estaba completando un partido notable cuando una expulsión por doble amarilla le apartó del encuentro y, de paso, del choque ante el Real Madrid. Esa sanción abrió la puerta a la entrada de Leander Dendoncker, que se ha asentado como pieza clave en el centro del campo.

Lejos de rendirse, Reina regresó al once en el partido ante la Real Sociedad y volvió a destacar. Llamó la atención su capacidad para bajar al perfil zurdo de la defensa, ayudando a Dani Calvo en la salida de balón, y su inteligencia para interpretar lo que pedía el partido en cada momento. Su despliegue confirmó que el andaluz es un futbolista preparado para aportar soluciones en distintos registros, exactamente el tipo de perfil que encaja en la libreta de Paunovic.

Su historia en el Oviedo apenas empieza a escribirse, pero Reina ya ha dejado claro que está decidido a hacerse un hueco en Primera división. Trabajo silencioso, sacrificio y polivalencia: las tres cartas que le han convertido en uno de los nombres propios del arranque liguero azul.