Avances, dudas y cifras de los 15 estadios aspirantes al Mundial 2030
A falta de que la FIFA ofrezca más información, la RFEF estima que España tendrá 10 sedes como mínimo
La noticia cayó por sorpresa en todas y cada una de las ciudades que aspiran a ser sede del Mundial 2030. El anuncio por parte de la FIFA fue tan impactante como escaso de información. No se conoce la cantidad de partidos que acogerá cada país, tampoco el número de sedes y ni mucho menos los nuevos plazos marcados. En esa línea está el proyecto del Grupo Orlegi para que El Molinón sea ciudad mundialista. No se ha producido una presentación pública y se desconocen las líneas claves de la propuesta.
Entre los 15 estadios candidatos, el proyecto de El Molinón es el más particular. De llevarse a cabo, sería el único junto al Nuevo Mestalla cuya estructura sería íntegramente de nueva construcción. Es decir, el resto de infraestructuras solicitantes o ya cumplen con los requisitos marcados por FIFA o se someterían a una reforma de mayor o menor envergadura. Otro hito de la vía asturiana lo marcan las cifras. Sin datos fiables del Nou Mestalla, los 335 millones de euros estimados por Orlegi sólo los supera el nuevo Bernabéu y el Nuevo Camp Nou, pero ambos se están haciendo al margen de la cita mundialista.
Para empezar, a día de hoy, El Bernabéu, Metropolitano, San Mamés y La Cartuja ya reúnen todos los requisitos conocidos para ser sede, mientras que el Camp Nou los cumplirá cuando termine su reforma ya iniciada. A continuación, con no mucho trabajo por delante, está Anoeta y el RCDE Stadium, que necesitarían aumentar ligeramente su aforo y, en principio, sin necesidad de ampliar ninguna grada.
A partir de aquí las actuaciones ya deberían ser de mayor importancia, aunque varias de ellas parecen haber tomado un camino recto hacia su ejecución. Por ejemplo, el Estadio de Gran Canaria cuenta con un proyecto liderado por las instituciones públicas y que prevé una inversión cercana a los 80 millones de euros. Precisamente esa unión de voluntades, de total entendimiento entre todas las partes implicadas, es la que persigue la propuesta de La Romareda. Un proyecto, al que el conjunto maño terminó renunciando, que fue fijado en 140 millones de euros y que ahora cuenta con el respaldo de las instituciones y probablemente el de Ibercaja.
Un caso similar es el de La Rosaleda, cuya titularidad es compartida por el Ayuntamiento, Diputación Provincial y Junta de Andalucía. El proyecto pasa por aprovechar buena parte de la actual estructura. Una reforma que está planeada con independencia del Mundial, pero que se adaptará si finalmente es elegida para albergar la cita mundialista. Está presupuestado un coste de unos 120 millones de euros.
También impulsados por iniciativa política están los estadios de La Nueva Condomina, Riazor y Balaídos. Para el primero de ellos el Ayuntamiento local ha dado a conocer un anteproyecto de ampliación que estima unos gastos de 70 millones de euros como máximo. “No será un problema”, dijo Fran Sánchez, director general de Deportes de la Región de Murcia, acerca de la financiación.
Menos avances se están dando para la opción gallega. Al menos, Riazor cuenta con un anteproyecto que calcula un precio de 62 millones de euros y que fue presentado formalmente por el Concello de A Coruña. Para ver el Mundial en Vigo también se ha posicionado el alcalde Abel Caballero. En estos momentos Balaídos se encuentra en obras de remodelación, pero una vez concluidas todas sus fases no cumplirá con los 40.000 asientos netos que marca la FIFA. Si es elegida, fuentes municipales aseguran que es posible ampliar el aforo con gradas supletorias.
Finalmente, El Molinón y Mestalla completan la nómina de aspirantes. Si se llevan a cabo las intenciones sobre las que se está trabajando, ambos serían los únicos estadios íntegramente nuevos. El plan de Orlegi pasa por derribar el actual municipal gijonés y construir otro a unos metros del emplazamiento original, lo que supondría que perdería su condición de ser el campo más antiguo del fútbol español profesional. Por su parte, la construcción del Nuevo Mestalla fue iniciada en 2007 y paralizada dos años después. Para que se reanuden es imprescindible el acuerdo entre el Ayuntamiento y el Valencia. Un entendimiento que está lejano.
