Ayuda divina desde Senegal: Así vivió Ibra Baldé el ascenso del Oviedo

El que fuera delantero azul reconoció en una entrevista que tuvo que refugiarse en una mezquita para soportar los nervios durante el partido ante el Mirandés: "Es la primera vez que lo hacía"

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Ibra celebra un gol con el Oviedo en el Tartiere.

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Entrevista completa a Ibra Baldé en Radio MARCA Asturias

Jue, 26/06/2025 - 15:41

Apenas dos años en el Real Oviedo han hecho falta para que a Ibrahima Baldé (Senegal, 1989) le picara el bicho azul. Llegó en 2018, se fue en 2020 y entre medias dos temporadas que le han contagiado de un sentimiento oviedista que le acompañará toda su vida. "Jamás un club me ha hecho tan feliz como el Oviedo", se sinceró Ibra en una entrevista concedida este jueves en Radio MARCA Asturias.

La llamada a Senegal, su refugio en vacaciones, tenía un motivo: conocer cómo vivió el partido del pasado sábado ante el Mirandés. De entrada, todo empezó normal. "Me puse a ver el partido desde la casa de la madre de mi mujer. Yo estaba tranquilo, comiendo cacahuetes. Empezamos perdiendo, pero yo sabía que íbamos a remontar. Sabía que ese partido no lo perdíamos", relató.

Sin embargo, los nervios empezaron a apoderarse de Ibra Baldé y tuvo que salir de casa. "Me fui a la mezquita porque no lo aguantaba. Es la primera vez que lo hacía. Yo solo pensaba en Dios, que era el único que nos podía ayudar y decidí irme a rezar", continuó el exjugador azul, quien reconoce vivir con mucha pasión todos los partidos de su Real Oviedo en la distancia.

Una vez dentro del templo sagrado, las buenas noticias comenzaron a llegar. "Empecé a recibir mensajes de que habíamos remontado y que finalmente ascendimos. Fue un regalo para todos los oviedista", contó. A partir de ahí, los rezos dieron paso a la euforia. "Me fui gritando de allí. Entré en el coche y seguía gritando. Mientras tanto, me iban llegando felicitaciones de muchos de mis excompañeros, incluso desde Estados Unidos. El Oviedo es más que un club y te puedo decir que es el equipo de mi familia", contó emocionado.

Dos de los mensajes más especiales que recibió Ibra ese día fueron de parte de Jorge Menéndez Vallina, expresidente del Oviedo, y María Álvarez Cuesta, presidenta de la Peña Azul Olivares. "Me dijeron que este ascenso también era mío", relató. Para Ibra el cariño de la gente es lo más bonito que se lleva de Oviedo. "Hay un aficionado de Bueño que se tatuó mi nombre y el de mi mujer. Creo que no hay dinero que pueda comprar el cariño de la gente del Oviedo".

Aunque Ibra llegó al Real Oviedo en 2018 para intentar este éxito, no haberlo logrado no le genera ningún tipo de recelo. "Me hubiera encantado haber formado parte de la historia, pero lo consiguió este equipo y yo me alegro un montón por ellos. Hace mucho que el Oviedo tenía que estar en Primera", expresó. Del mismo modo, también reconoció que si él hubiera sido uno de los actores del ascenso, hubiera enloquecido. "Seguramente a mí me echa la Policía o la Guardia Civil. Un ascenso hay que celebrarlo a lo grande", se sinceró entre risas.