Bango: "El Oviedo está en una tónica de sobriedad y competitividad"

Pocas voces pueden analizar con tanta perspectiva un Sevilla-Oviedo como la de Ricardo Bango, exjugador de ambos clubes y profundo conocedor de los distintos ciclos que han marcado su historia reciente. Su visión, siempre medida y alejada del ruido, aporta un valor especial cuando toca hablar de momentos de inestabilidad o evolución deportiva. En su conversación en Radio Marca Asturias, desgranó el presente de los dos equipos y ofreció claves para entender un encuentro importante, más por lo que puede significar en lo anímico que por su peso en una clasificación que todavía tiene mucha temporada por delante.

Cuando la conversación derivó hacia el Sevilla, Bango no esquivó la realidad del club hispalense y fue contundente al evaluar su situación institucional. Reconoció que el equipo atraviesa un periodo delicado y que parte de la inestabilidad nace lejos del césped: "Ahora pues también hay problemas institucionales, a mí esas cosas me duelen… y todo eso influye". Subrayó que el Sevilla está intentando recomponerse, aunque se trata de un proceso complejo: "Quizás están intentando encontrar lo que es una posición, una estabilidad, y a veces no se consigue, es difícil". Aun así, confía en que la entidad termine asentándose con el tiempo: "A ver si tienen suerte y consiguen, si no en esta temporada, en un par de años, tener una estabilidad".

Al centrarse en el Real Oviedo, el mítico exjugador azul destacó la evolución reciente del equipo y el cambio competitivo que percibe en las últimas jornadas. Valoró positivamente la imagen ofrecida pese a la situación clasificatoria y subrayó que el equipo transmite otra solidez: "Yo creo que el Oviedo va a seguir en esta tónica de sobriedad y competitividad", afirmó, señalando que lleva "tres o cuatro jornadas donde ves esa competitividad" incluso en contextos exigentes. No evitó señalar la principal carencia actual: el gol. Según explicó, hay aspectos del juego que se han asentado, pero la falta de acierto sigue condicionando al equipo, lo que relacionó directamente con el mercado de invierno: "Quizás ese perfil que estamos hablando de un goleador, un generador de oportunidades, quizás a lo mejor ese es el objetivo". Recordó además que reforzar esa parcela es siempre complejo, porque "el gol es lo más difícil y lo más caro".

De cara al encuentro del domingo, Bango describió al Sevilla como un equipo cambiante, capaz de mezclar fases de acierto con momentos de desconexión: "El Sevilla puede tener altibajos incluso dentro de los mismos partidos". A pesar de ello, confía en que el Oviedo pueda competir y obtener un resultado que cambie el ánimo del grupo. Lo expresó con claridad: "Yo deseo que gane el Oviedo". Y añadió el impacto que tendría un triunfo en la tabla: "Tres puntos igual nos haría salir de ahí, dependiendo de lo que hagan los rivales". Un mensaje directo que refleja tanto la importancia del partido como la convicción de que el equipo está en disposición de dar un paso adelante.

Su intervención dejó la sensación de que habla alguien que conoce el juego, pero también el pulso emocional que rodea a clubes como Sevilla y Oviedo. Su análisis combinó la frialdad del diagnóstico -marcado por la inestabilidad del conjunto hispalense y la necesidad oviedista de transformar competitividad en puntos- con la cercanía de quien sigue sintiendo a ambos equipos como propios. Consciente del momento delicado, insistió en la importancia de mantener la calma, reforzar lo que funciona y ajustar lo que está pendiente de dar un salto. Su deseo final, sencillo y directo, resume mejor que nada el espíritu de la entrevista: que el Oviedo encuentre en el Pizjuán el impulso que necesita para cambiar la dinámica y mirar la clasificación con otra perspectiva.