Bastón y Enrich: la receta del gol
Ambos delanteros formaron hace seis temporadas una de las mejores parejas goleadoras de la Primera División
Tito Blanco sigue repartiendo ilusiones a la afición del Real Oviedo. Su última gestión, el fichaje de Sergi Enrich, significa el primer refuerzo para el ataque, a la espera de que se haga oficial la renovación de Borja Sánchez. La incorporación del menorquín al conjunto carbayón no solo supone la llegada de un delantero contrastado en el fútbol español. También simboliza dar por cumplido el gran deseo de Jon Pérez Bolo.
El técnico bilbaíno le había trasladado a Tito Blanco su anhelo por poder contar con Sergi Enrich la próxima temporada. El ariete ya estuvo a las órdenes de Bolo la pasada campaña en la Ponferradina, y ahora lo hará en el Carlos Tartiere. Enrich acompañará en la punta de ataque a Borja Bastón y Samu Obeng.
Es precisamente con el delantero madrileño con el que ya coincidió hace varias temporadas. Concretamente, en la 2015/16 cuando ambos defendieron los colores del Éibar, por aquel entonces en Primera División. El equipo armero disfrutaba de su segunda temporada en la élite del fútbol español y su objetivo no era otro que alargar el sueño de una localidad de 27.000 habitantes. De ello se encargó una dupla de delanteros que enloqueció a la afición de Ipurúa: Sergi Enrich y Borja Bastón.
Entre los dos sumaron esa campaña 30 goles, entre liga y Copa del Rey. Bastón fue autor de 19 tantos y Enrich de 11. Ambos, a las órdenes de José Luis Mendilibar, eran indiscutibles cada jornada en su habitual 4-4-2, curiosamente, el esquema preferido por Bolo. El madrileño disputó 36 encuentros, mientras que el balear participó en todos los partidos de la competición.
Tras esa temporada, sus caminos se separaron. Swansea, Málaga, Alavés, Aston Villa y Leganés fueron los siguientes destinos de Bastón. Por su parte, Enrich continúo hasta el 2021 en el club armero, hasta que recaló en la Ponferradina tras su fichaje frustrado por el Schalke 04. En total, el madrileño suma 97 goles entre Primera y Segunda, mientras que el balear lleva la firma de 76. Seis temporadas más tarde, los dos arietes vuelven a encontrarse en otra ciudad del norte de España con un mismo objetivo: demostrar su buena sintonía en el terreno de juego.