Braat no se corta y cuestiona el día a día con Bolo

Después de catorce jornadas inédito, su oportunidad llegó en la quince. El Real Oviedo venía de perder en sus dos últimos compromisos a domicilio ante Alavés y Villarreal B, y Álvaro Cervera decidió hacer un cambio en la portería en el encuentro ante el Granada en el Carlos Tartiere. Quentin Braat recogía el legado de Tomeu Nadal.

Su estreno bajo los palos no pudo ser mejor. Los azules vencieron al conjunto nazarí, uno de los candidatos al ascenso, por la mínima (1-0), gracias a un gol de Sergi Enrich. Y lo hicieron además con un futbolista menos, después de la expulsión de Alonso Aceves en el minuto 39.

Un partido que sirvió como impulso para los azules, si bien desde entonces no conocen la derrota. Tres victorias y un empate es el balance en LaLiga desde que Braat asumiera la responsabilidad de defender la portería. Y entre medias, un pase de ronda en Copa del Rey. En sus cinco partidos disputados, ha dejado la portería a cero en tres de ellos.

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El portero francés apunta que la buena marcha del equipo es fruto de la mejora del rendimiento colectivo. "Es mérito de todo el equipo, empezamos a conocer la táctica de Cervera y su idea de fútbol", explica Braat en una entrevista concedida a La Nueva España. Desde la llegada del técnico guineano, reconoce, "tenemos más intensidad, mucha más, sobre todo en los entrenamientos".

En este sentido, y preguntado acerca de qué fue lo que falló con Jon Pérez Bolo, Braat admite que fue precisamente eso de lo que carecía el equipo. "No soy entrenador, pero faltó intensidad en los entrenamientos para que eso se viese en los partidos", subraya.

Ahora, con Cervera en el banquillo del Carlos Tartiere, el galo asume "trabajar mucho el juego aéreo y la velocidad con los pies". Un trabajo que también se ve reflejado en los partidos. De continuar con esta buena racha, Braat tiene claro dónde estará el equipo en los próximos meses. "Entre los ocho primeros, tenemos buen equipo, buena gente y buenos jugadores", avala.